Multan a un hombre en Madrid por rascarse la oreja mientras conducía
La Guardia Civil creyó ver a un conductor hablando por el móvil
Rascarse la oreja es motivo suficiente para que un patrulla de la Guardia Civil le coloque una multa de 60 euros. Así sucedió la pasada semana en una de las autovías de acceso a Madrid. Los agentes creyeron ver a un conductor hablando por el móvil, pero se equivocaron. El presunto infractor sólo se rascaba el lóbulo de su oreja derecha.
Los agentes le aplicaron el artículo 18 del Código de la circulación: conducir el vehículo sin mantener la propia libertad de movimientos. En otras palabras, como no se podía demostrar el uso del móvil, la Guardia Civil revisó la normativa hasta encajar la existencia de la oreja como un peligro para la circulación.
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