La Cumbre Iberoamericana se abre a los indígenas y a las reivindicaciones sociales

Santa Cruz

En la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra se ha inaugurado la décimo tercera cumbre Iberoamericana que hoy se va a clausurar con la declaración final que defenderá la adhesión al principio de no intervención y a la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales. La cumbre se ha abierto este año a las reivindicaciones sociales de los más desfavorecidos y se ha escuchado la voz de la población indígena.

De la cumbre Iberoamericana de este año saldrá muy probablemente una crítica importante contra la política de ataques preventivos promovida por Bush y apoyada también por Aznar. Una crítica que ha hecho el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que también por primera vez participa en este encuentro, y que ha lanzado en presencia del presidente español.

"Estoy convencido de que todos ustedes comparten mi opinión de que es preciso afrontar las nuevas amenazas no mediante la prevención unilateral, sino con una respuesta colectiva", dijo el secretario general de la ONU ante los mandatarios asistentes a la Cumbre.

Annan aludió, en este contexto a la reforma del organismo que contará con un Grupo de Alto Nivel para estudiar precisamente las amenazas a la paz y la seguridad mundiales, definir los elementos de una respuesta colectiva y recomendar las adaptaciones necesarias que deberán sufrir los organismos internacionales para dar esa respuesta.

A lo largo de un discurso que no olvidó el lema de la Cumbre -la inclusión social como motor de desarrollo-, el secretario general de la ONU alertó de los peligros que conlleva la persistente desigualdad y la marginación. "Y cuanto más pobre es la gente -advirtió- más padece la violencia y el desorden generalizados y más explotada se siente por aquellos cuyo poder y riqueza no puede compartir".

En la misma línea, puso de relieve que una estrategia de desarrollo digna de ese nombre no puede soslayar las desigualdades patentes entre los distintos grupos sociales, lo cual es aún más cierto cuando las diferencias socioeconómicas coinciden con las divisiones étnicas.

Según los datos de la ONU, en América Latina hay 40 millones de indígenas. En algunos países, como en Bolivia, Perú, Ecuador y Guatemala, representan entre el 40% y el 70% de la población. Y el 80% de todos ellos vive por debajo del umbral de la pobreza. Por eso tiene verdadera importancia que, después de 13 años de historia de la Cumbre Iberoamericana, por primera vez se haya podido escuchar su voz.

"La tierra es nuestra y todo lo que hay debajo de ella también". Esta frase, pronunciada por el representante del Encuentro Social Alternativo Carlos Eduardo Medina, en la sesión inaugural de la XIII Cumbre Iberoamericana de Naciones de Santa Cruz de la Sierra, supuso el principio de un largo discurso en el que desgranó las principales conclusiones del Foro paralelo a la cumbre. Ante un auditorio integrado entre otras personalidades por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el Rey de España, el presidente Aznar o el presidente boliviano Carlos Mesa, anfitrión del evento, a quien agradeció el "gesto" de haberle permitido intervenir, Medina reivindicó el "respeto a la dignidad de la autodeterminación de los pueblos".

CREACIÓN DE UNA SECREATARÍA PERMANENTE

Políticamente, el plato fuerte de esta cumbre es la creación de la creación de una secretaría permanente, que los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos deben aprobar este sábado.

Esta nueva figura pretende relanzar las cumbre Iberoamericanas, tal y como ha explicado el presidente boliviano y anfitrión de la reunión. Carlos Mesa afirma que los esfuerzos deben dirigirse a "hacer de esta comunidad un punto de referencia en el mundo con la capacidad de interlocución política y la suficiente fuerza como para hacer escuchar su palabra en la verdadera dimensión que tiene".

Algunos países como Venezuela, Cuba, Brasil y México consideran prematura la creación de una secretaría permanente sin antes analizar cómo se va a financiar, dónde estará su sede y quién estará al frente de la misma.

España, que apuesta firmemente por este proyecto, que ha elaborado el ex presidente brasileño Enrique Cardoso, espera vencer hoy la resistencia de los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos.

La declaración final de la cumbre llevará un mensaje de apoyo a la democracia boliviana, en libertad vigilada tras la revuelta social del pasado mes de octubre.