El "efecto Madrid" deja a Maragall sin victoria
El líder del PSC se asoma al abismo después de pasar de la tímida victoria a la derrota
En la sede central del PSC, más de uno se ha acordado esta noche de Rafael Simancas. El "efecto Madrid" también ha dejado compuesto y sin Govern a Pascual Maragall. Las encuestas le daban la victoria, los primeros datos también, pero al final CiU gana, y lo hace sin Pujol. Esta vez... tampoco. En manos de ERC queda todo.
A las 22.30, Maragall se atrevió a comparecer ante los suyos. Su discurso, sorprendente, ha sido que el PSC ha sido el partido más votado. Con los datos en la mano, la sonrisa de Maragall no resultaba nada creíble. Muchos de los asistentes, de los propios votantes del PSC, reconocían en su gesto que habían perdido las elecciones... también esta vez.
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Al contrario, Maragall instaba en su discurso a la unión de las fuerzas progresistas. Así se mostraba dispuesto a "asumir sus responsabilidades" y ser elegido presidente si puede pactar con ERC e ICV.
Como si los árboles no le dejaran ver el bosque, el líder de PSC destacó la "victoria" de las izquierdas en Cataluña, ya que las fuerzas de progreso suman 74 escaños frente a los 61 de CiU y PP.
JOSÉ LUIS COMO PASCUAL
Maragall debió enviar una copia de su discurso al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien minutos después afirmaba también que el resultado de las elecciones en Cataluña "permite abrir el paso a la alternancia" en esa Comunidad.
En Madrid como en Barcelona: Zapatero destacó que el PSC se "reafirma" como la primera fuerza en número de votos en Cataluña, obteniendo, destacó, el triple que el Partido Popular.
ÉXITO HISTÓRICO
Se despedía del poder tras 23 años, pero la alegría de Jordi Pujol sí era sincera. En su comparecencia junto a Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida en el Hotel Majestic, Pujol declaraba, visiblemente emocionado, que se sentía "inmensamente feliz" por la séptima victoria de CiU en unas elecciones catalanas y por constatar que los dirigentes de la federación que toman su relevo "valen más" que él mismo.
El president afirmó que ahora que se retira, nada puede hacerle "más feliz" que constatar que "detrás viene gente que vale más que uno mismo".
Más frío y todavía un poco a la sombra de Pujol, Artur Mas proclamaba que el resultado de CiU ofrecía "una mayoría nacionalista en el Parlament de Cataluña". El nuevo líder convergente pedía que "aquellos que quieran tomen nota", en referencia a ERC, formación con la que espera "liderar" la aprobación de un nuevo Estatuto de Autonomía.
Levantando tímidos aplausos -lejos del entusiasmo que sí despertó Pujol en su despedida-, Mas proclamó que CiU ha conseguido su objetivo que "Cataluña se gobierne desde Cataluña".
LA EUFORIA REPUBLICANA
El orondo mostacho del secretario general de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, se dibujaba anoche con las puntas hacia arriba, como una sonrisa. El resultado de ERC es histórico. Rodeado del entusiasmo de los suyos y con el fondo sonoro de los vivas a la independencia de Cataluña, Carod-Rovira propuso un "gobierno de concentración nacional".
El líder de ERC anunciaba que su formación "no pactará contra nadie, ni contra el catalanismo ni contra el progreso, sino a favor de Cataluña". Carod, aclamado como "president, president", añadía que su partido primará a la hora de pactar los intereses de Cataluña por encima de los de los partidos y ha advertido que será "incompatible pactar con ERC en Cataluña y con el PP en Madrid".
EL PP DISFRUTA DEL MAL AJENO
¿Y el PP? Los populares asumen que en este escenario su papel no es protagonista. Su candidato el ex ministro Josep Piqué, se ha mostrado contento: su partido ha pasado de 12 a 15 escaños.
A continuación expresaba lo que de verdad quería transmitir a los medios, que el PSC ha sufrido una derrota extraordinaria. De modo que si Piqué no podía celebrar victoria si disfrutaba con el consuelo de la derrota de otros.
Así, ha dicho que ERC se convierte en el árbitro de la situación y que CiU queda en manos del partido de Carod Rovira, esto es, de los nacionalistas y republicanos.