Cientos de paramilitares entregan sus armas y piden perdón en Colombia
Las Autodefensas Unidas de Colombia se comprometieron a abandonar la lucha armada
Medellín
"Pedimos perdón a la sociedad civil por los sufrimientos y por las pérdidas que, de manera involuntaria, hemos ocasionado". Con estas palabras, cerca de 800 paramilitares entregaron hoy sus armas y prometieron reinsertarse en la vida civil.
Han tenido que pasar más de dos décadas de combates contra la guerrilla, más de veinte años en los que cometieron algunas de las peores violaciones de los Derechos Humanos en Colombia, para que las Autodefensas Unidas de Colombia se comprometan a abandonar definitivamente la lucha armada, proceso que no culminará hasta diciembre de 2005, proceso que ha sido acogido con escepticismo por las ONG, que temen que su crímenes queden impunes.
El Palacio de Exposiciones de Medellín, la segunda mayor ciudad de Colombia, ha sido el escenario elegido para comenzar el proceso de desmovilización de los más de 13.000 'paras' que están en las filas de las Autodefensas, en un histórico acto con el que se quiere materializar el Acuerdo de Santa Fe de Ralito, firmado el 15 de julio de 2003 por las AUC y representantes del Gobierno de Álvaro Uribe.
"Anunciamos públicamente que la estructura militar del Bloque Cacique Nutibara se desactiva de manera definitiva", afirmó esta mañana el jefe político del BCN, Geovany Marín, durante un breve discurso en el que, entre otras cosas, garantizó que "ninguno de los hombres desmovilizamos" retomará las armas. "Estamos aquí para sembrar la semilla de la paz, dispuestos a abonarla a partir de hoy", añadió el conocido como 'comandante R'.




