China condena a cadena perpetua a los organizadores de una orgía
La Justicia china les acusa de prostitución organizada
La Justicia china ha condenado a cadena perpetua a dos de los 14 implicados en la polémica orgía protagonizada por 400 japoneses en septiembre pasado en un lujoso hotel del sur de China, informó la agencia oficial Xinhua.
Los otros 12 implicados -dueños de restaurantes y empleados del Hotel Conference de Zhuhai- afrontarán penas de hasta 15 años de prisión, según la sentencia del Tribunal Popular de dicha ciudad, por prostitución organizada. El juicio, que empezó el viernes pasado, se celebró a puerta cerrada y bajo estrictas medidas de seguridad.
La Justicia china ha emitido una orden de detención para tres ciudadanos japoneses acusados también de organizar la orgía, para lo que han solicitado los servicios de la Interpol y la colaboración del Gobierno nipón. El incidente tuvo lugar entre el 15 y el 18 de septiembre en la ciudad sureña de Zhuhai, donde 400 japoneses y 500 prostitutas participaron en una orgía que duró tres días.
PROSTITUCIÓN ILEGAL
Además de que la prostitución es ilegal, aunque muy extendida en el país, el Gobierno de Pekín calificó en su momento de "extremadamente odioso" el comportamiento de los turistas japoneses por coincidir con el aniversario de la invasión de China por el Ejército Imperial de Japón, el 18 de septiembre de 1931.
Los dos condenados a cadena perpetua son el ayudante del director general del hotel, Ye Xiang, y Ming Zhu, del que la agencia oficial no ha dado más detalles. El director de ventas del hotel, Liu Xuejing, fue sentenciado a 15 años de cárcel, mientras que el resto de implicados -todos de nacionalidad china- afrontarán penas de entre 10 y 12 años de cárcel, acusados de prostitución organizada, conspiración y otros delitos.
La mayoría de los japoneses implicados en la orgía eran empleados de una constructora nipona que reconoció haber financiado el viaje, según declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón. A pesar de reconocer que pagó "señoritas de compañía", la constructora -ubicada en la ciudad japonesa de Osaka, según los nuevos informes- negó haber financiado los hechos que siguieron.




