La mayoría de los votantes de EH son por primera vez contrarios a la violencia
El 18 por ciento de vascos, dispuestos a irse de Euskadi
Este estudio sociológico de la Universidad del País Vasco (UPV), elaborado con 1.600 entrevistas desarrolladas entre los pasados 1 y 20 de noviembre, evidencia, además, que sigue aumentando hasta alcanzar un 18 por ciento el número de vascos dispuestos a irse de Euskadi si se les ofrecen las mismas condiciones de vida.
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Esa disposición afecta al 40 por ciento del electorado del PP, mientras que la mitad de los vascos sigue percibiendo un sentimiento de miedo a participar activamente en política.
El estudio señala que la mayoría de los vascos son pesimistas con la situación política española y vasca y cree que ha habido un retroceso democrático.
Algo menos de la mitad (48%) apoya al Gobierno vasco, mientras mejora ligeramente el juicio negativo (71%) del gobierno del PP y la mayoría suspende a la oposición socialista.
El Euskobarómetro indica que los deseos de independencia siguen siendo minoritarios (35%) y que se incrementa la adhesión a la Constitución de los vascos (volvería a superarse el 31% censal que la votó en el 78), invirtiéndose en el proceso de desmovilización de la adhesión constitucional del último año.
Al mismo tiempo, siete de cada diez vascos, igualando la media española, apoyan eventuales reformas constitucionales y el 54 por ciento cree que deben ser compatibles con la Constitución.
Según el Euskobarómetro, en los últimos meses se ha desmovilizado el sentimiento nacionalista de los vascos y reforzado el sentimiento mayoritario caracterizado por un vasquismo autonomista, que alcanza cotas máximas. Un 54 por ciento se define como no nacionalista frente a un 41 por ciento que así se siente.
Para Llera, "hay una mayoría social moderada, reformista y autonomista, que se aleja progresivamente de la radicalización nacionalista pero que el miedo, la falta de libertad y su propio respecto institucional están retardando su conversión en mayoría política".
Por otro lado, la mayoría (62%) sigue considerando antidemocrática la ilegalización de Batasuna y más de la mitad (54%) aprueba la postura del Gobierno vasco y de Atutxa en este asunto.
Sobre el plan de Ibarretxe y pese a que la mayoría de vascos (57 por ciento) confiesan su desinformación, aumenta hasta lograr un 48 por ciento la mayoría que piensa que va a traer más inestabilidad y división a la sociedad vasca. También son mayoría (51%) quienes consideran las propuestas del lehendakari incompatibles con la Constitución.
Por otra parte, un 48 por ciento cree recomendable que las instituciones vascas convoquen un referéndum en contra de las previsiones constitucionales y una gran mayoría (71%) acudiría a votar. La mayoría que tiene su voto decidido se decantaría por el "sí".
Por otro lado, sólo los electores populares apoyan mayoritariamente una eventual alianza electoral de los autonomistas para contrarrestar una estrategia unitaria de los nacionalistas.
Sobre la violencia, hay mayor optimismo sobre la evolución del problema (56% de los vascos), la mayoría (tres de cada cuatro) la rechaza como recurso para defender objetivos políticos y, además, se vuelve a suspender al Gobierno vasco por "su falta de eficacia" ante la violencia callejera.
Asimismo, se refuerza el rechazo frontal y mayoritario a ETA (casi dos de cada tres vascos) y la descalificación de sus activistas, mientras sigue erosionándose sus apoyos en el mundo abertzale radical. Por primera vez en mucho tiempo aparece, según el informe, "un rechazo frontal a la violencia de ETA por parte de uno de cada diez votantes de EH".
La mayoría de los vascos (47%) es favorable a una eventual negociación entre el Gobierno y ETA si ésta deja las armas y los vascos se muestran más divididos y menos proclives al perdón y a la reinserción de los presos por delitos de terrorismo.
Por otro lado, todavía el 61 por ciento de los vascos está descontento con el funcionamiento de la democracia española y casi dos de cada tres vascos mantiene estable la compatibilidad de las identidades vasca y española, mientras que los ciudadanos se dividen en partes iguales entre autonomismo, federalismo e independentismo.
La mayoría (67%) se muestra satisfecha con el autogobierno desarrollado por el Estatuto y son más (36%) los que se conforman con el cumplimiento del actual estatus competencial. Retrocede además la mayoría (54 %) que demanda un acuerdo político sobre la autodeterminación.
Por otro lado, sólo el Gobierno y el Parlamento vascos, la Unión Europea y la Ertzaintza vuelven a tener un aprobado en el ranking de confianza institucional y la mayoría piensa que 2003 ha sido un año bueno y mantiene su optimismo económico y de futuro.