Argentina celebra con protestas el aniversario del "cacerolazo"
Kirchner dice que comprende a los manifestantes y pide tranquilidad
Organizaciones de desempleados, organismos humanitarios, partidos políticos de izquierda y sindicatos de Argentina se manifiestan hoy para conmemorar el estallido social que en 2001 forzó la renuncia del entonces presidente del país, Fernando de la Rúa, el "cacerolazo".
Hoy se cumplen dos años de las marchas callejeras y "cacerolazos" de desempleados y ahorradores de clase media indignados por el bloqueo de sus ahorros ("corralito"), en las que se desató una dura represión policial que dejó una treintena de muertos en todo el país.
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El 19 y 20 de diciembre de 2001 los manifestantes también reclamaban "que se vayan todos" los políticos, una renovación de la justicia y el fin de una década de neoliberalismo, hechos que serán recordados en dos movilizaciones que se desarrollarán en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno.
"Va a ser una jornada de participación masiva de distintos sectores de la sociedad que sienten que el 19 y 20 de diciembre marcaron la historia de nuestro país, como expresión de repudio a una clase dirigente que no los representaba", dijo Jorge Ceballos, coordinador nacional de Barrios de Pie.
SAQUEOS ANTES DE LAS PROTESTAS
Las protestas del 2001 estuvieron precedidas por una serie de saqueos a supermercados que, sumados a la salida de decenas de miles de argentinos a las calles, cacerola en mano, desembocaron en la renuncia de De la Rúa el 20 de diciembre. Entonces, el ex mandatario abandonó la Casa de Gobierno en un helicóptero desde el que pudo ver una Plaza de Mayo convertida en el escenario de un violento enfrentamiento entre manifestantes y la policía, que los reprimía con gases lacrimógenos y balas de goma.
La renuncia de De la Rúa y del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, continuó con la caída de otros tres presidentes en 15 días hasta que una Asamblea Legislativa designó en enero del 2002 al peronista Eduardo Duhalde, quien lideró la transición hacia la presidencia del también peronista Néstor Kirchner, quien asumió el cargo el 25 de mayo pasado.
EL GOBIERNO PIDE TRANQUILIDAD
Ante el temor de que se puedan producir enfrentamientos durante las marchas, el Gobierno optó por manifestar su confianza en que las movilizaciones se llevarán a cabo en un clima de tranquilidad. "Los preparativos son todos normales (...), no hay nada fuera de lo previsto porque tenemos plena confianza en las organizaciones sociales, que se han comprometido a tener una manifestación en paz", dijo el ministro de Justicia, Gustavo Beliz.
Kirchner dijo en un programa de televisión que comprende "totalmente la protesta, la angustia y las necesidades" de quienes salen a la calle a manifestarse y confió en que las movilizaciones decrecerán en la medida en que Argentina mejore.
Actualmente, el país sudamericano disfruta de una relativa estabilidad y tiene un presidente con altos índices de popularidad, a pesar de que aún el 14,3 por ciento de la población activa está sin trabajo y más de la mitad de sus 36 millones de habitantes vive en la pobreza.




