Elías Yanes, alarmado por la idea de legalizar parejas homosexuales
Asegura que la adopción de niños por estas parejas sería "contraria a los derechos del niño"
El arzobispo de Zaragoza, Elías Yanes, considera que legalizar las parejas homosexuales tendría "graves consecuencias para el futuro de una sociedad". En una publicación de su diócesis alerta de la "gravedad" de una norma que autorizase la adopción de niños por estas parejas, ya que sería "deshumanizadora y contraria a los derechos del niño".
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Yanes, ex presidente de la Conferencia Episcopal Española, recuerda en la publicación semanal de la Diócesis de Zaragoza, que se distribuirá el próximo domingo, que las leyes civiles contribuyen a estructurar la vida del hombre en sociedad y que "es doctrina consagrada" que el bien común no exige que el legislador pretenda convertir todas las normas morales en leyes civiles.
Así, la función de la ley civil "es ciertamente más limitada que la de la ley moral", pero una ley civil "contraria a postulados fundamentales de la recta razón moral o que prescinde totalmente de los valores éticos, se opone al bien común y favorece la desintegración moral del cuerpo social". Esto es lo que acontece cuando el Estado legaliza las uniones homosexuales, asegura el arzobispo.
LA CONVENCIÓN DE DERECHOS DEL NIÑO
Según Yanes, "no es una cuestión socialmente irrelevante de conducta privada (...) ya que "hay una gran diferencia entre el comportamiento homosexual como fenómeno privado y el mismo fenómeno como comportamiento legalmente reconocido, aprobado y convertido en una de las instituciones del ordenamiento jurídico".
El arzobispo de Zaragoza considera que "un aspecto de especial gravedad sería la norma que autorizara la adopción de niños por parejas homosexuales" y defiende que "como demuestra la experiencia, la ausencia de la bipolaridad sexual de varón y mujer, como imagen del padre y de la madre, crea obstáculos al desarrollo normal de los niños
eventualmente integrados en uniones homosexuales".
Yanes afirma que la adopción "sería gravemente inmoral y se pondría en abierta contradicción con el principio, reconocido por la Convención Internacional de la ONU sobre los Derechos del Niño, según el cual el interés superior que en todo caso hay que proteger es el del niño, la parte más débil e indefensa".
