Una ola de frío extremo mata a siete personas en Canadá
Los termómetros se han colocado en los últimos días por debajo de los 30 grados bajo cero
Varias personas han muerto congeladas en las regiones orientales de Canadá a consecuencia de la ola de frío intenso que ha colocado los termómetros en los últimos días por debajo de los 30 grados bajo cero. Con temperaturas inferiores a los 30 grados, el cuerpo humano se puede congelar en diez minutos provocando efectos similares a las quemaduras.
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El último fallecimiento se produjo en la localidad de Alma (Québec), donde una mujer de 93 años fue encontrada congelada en la entrada de la residencia de ancianos en la que vivía. La policía indicó que la anciana fue incapaz de encontrar la entrada de la residencia, lo que la expuso durante demasiado tiempo a las gélidas condiciones que se viven en la provincia francófona.
En total, las autoridades han informado de la muerte de siete personas en todo el país desde que el jueves se empezó a sentir la ola de frío.
Los meteorólogos canadienses confían en que las temperaturas volverán en las próximas horas a las cifras habituales para estas fechas, ligeramente por debajo de los cero grados, pero advierten de que a finales de la próxima semana otra ola de frío ártico volverá a golpear amplias áreas del país.
EL EFECTO VIENTO
Ayer, los habitantes de Toronto, la mayor ciudad del país, disfrutaron de un pequeño respiro con respecto a los 35 grados bajo cero (una vez contabilizado el efecto viento) que se vivieron las noches del jueves y el viernes.
El efecto viento es un método que permite a los meteorólogos indicar lo fría que estará la piel humana si es expuesta a la intemperie sin protección. El viento no cambia la temperatura que marca el termómetro pero sí modifica la velocidad con la que el cuerpo pierde calor y, por lo tanto, el tiempo en el que se producirá la congelación de las partes expuestas. El cálculo popular es que por cada kilómetro de velocidad del viento, la temperatura real disminuye un grado con respecto a lo que marca el mercurio. Si el termómetro indica 20 grados bajo cero y hay un viento de 10 kilómetros por hora, la temperatura que el cuerpo humano sentirá en el exterior será de 30 grados bajo cero, grado arriba, grado abajo.
Para objetos inanimados no importa la velocidad del viento: una piedra siempre estará a la misma temperatura con un viento de 10 kilómetros por hora o con uno de 50 kilómetros por hora. Pero para los seres humanos, esa diferencia puede representar la vida o la muerte especialmente para aquellas personas que pasan mucho tiempo en el exterior.
En 1997, 111 canadienses murieron por los efectos del frío, 92 de ellos a causa de hipotermia y uno como consecuencia de la congelación de una mano.
En Toronto, las autoridades municipales han abierto las puertas del ayuntamiento hasta el lunes para permitir que personas "sin techo" puedan refugiarse por la noche, cuando las temperaturas se espera que desciendan hasta los 30-35 grados bajo cero. Pero a pesar de los esfuerzos de las autoridades, numerosos "sin techo" se resisten a acudir a los albergues incluso en las noches más frías.
Cada año, en Toronto, varios "sin techo" son encontrados congelados en las calles de la ciudad tras noches tan frías como las vividas estos últimos días.




