Andalucía acepta la propuesta de Montoro para liquidar la deuda si se firma este mes

La Junta de Andalucía va a aceptar la oferta que hoy ha hecho el Ministerio de Hacienda para saldar el conflicto abierto desde 1996 en torno a la financiación autonómica. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el vicepresidente Javier Arenas habían ofrecido hoy el pago de más de la mitad de esa deuda para zanjar el conflicto, pero Montoro era tan pesimista sobre la aceptación del ofrecimiento que había condicionado la liquidación de la deuda a "un cambio político" en Andalucía.

La Junta de Andalucía va a dar el sí. Según su consejera de Economía, Magdalena Álvarez, la oferta de Montoro supone un reconocimiento de la deuda histórica que hasta ahora había negado el Gobierno central.

El ministro de Hacienda valoró que la Junta esté dispuesta a aceptar la propuesta para abonar 2.500 millones de euros por la liquidación del anterior sistema de financiación autonómica 1997-2001, aunque advirtió de que no aceptará plazos para la firma del acuerdo en contra de lo que pretende Andalucía.

Para Montoro, "es un éxito del PP el que la Junta quiera aceptar esta propuesta, ya que ha sido la presidenta del PP andaluz, Teófila Martínez, quien ha formulado esta petición".

2.500 MILLONES ANTES DEL 31 DE ENERO

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El sí de Andalucía implica dos condiciones: que se firme un acuerdo antes del próximo 31 de enero, y que haga efectivo el pago de la cantidad ofrecida (2.500 millones de euros).

Ahora, el Ejecutivo central ha de concretar el calendario para solucionar un conflicto que implica un compromiso sobre la deuda inicial con Andalucía -que ascendía a 4.500 millones de euros-.

CONDICIONADO A "UN CAMBIO POLÍTICO"

Sólo unas horas antes, el titular de Hacienda se mostró "enormemente pesimista" sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con la Junta en esta materia porque el Ejecutivo andaluz está dedicado "a servir a otros auténticos disparates como la segmentación de la Agencia Tributaria de acuerdo con lo que está pidiendo Maragall".

A Montoro le parecía "inviable" la posibilidad de alcanzar un acuerdo para la liquidación, por lo que confió en el "cambio político para que las cosas vuelvan a su cauce".