NAMSA asegura que España podría haber revisado el Yak siniestrado en Turquía

La Cadena SER tiene en su poder el contrato firmado por el ministerio de Defensa y la NAMSA para el traslado de militares españoles. En él se detallan asuntos muy concretos, como la cuantía mínima de los seguros que deben suscribirse, pero otras quedan muy en el aire como, por ejemplo, el tipo de avión en el que deben viajar los militares. España podría haber inspeccionado los aparatos para ver si se ajustaban a sus requerimientos.

En este documento firmado por NAMSA y el Estado Mayor de la Defensa el 4 de febrero de 2002 se establece una lista de aviones con los que supuestamente iban a ser realizadas las misiones españolas. Se citan cuatro aeronaves: Boeing, Antononov, Airbus e Ilushin. Sin embargo en una cláusula posterior se especifica que los vuelos podrán hacerse también con otro tipo de aviones.

¿Por qué se eligió entonces el Yak42, uno de los aviones más baratos del mercado? ¿Se atendía a criterios de ahorro? Esto ha preguntado la Cadena SER a NAMSA que ha respondido que el contratista propuso este Yak por considerar que era lo que "encajaba mejor" dados los requisitos expresados por España en su petición. NAMSA dice que esta propuesta fue aceptada sin quejas por el ministerio de Defensa español.

¿Podía España haber inspeccionado estos aviones, por si no se ajustaban a sus requerimientos? NAMSA dice que sí y que, de hecho, entre las responsabilidades contractuales de España figura textualmente "la de realizar aquellas acciones de su exclusiva responsabilidad, que deban ser efectuadas para permitir una adecuada ejecución del contrato".

En cuanto a las condiciones de los vuelos, NAMSA afirma que fueron especificadas por España. El contrato permite el trasporte de carga, pasajeros o una combinación de ambos. Existe además una cláusula donde se permite el transporte de material peligroso, como explosivos. Esta emisora ha preguntado a NAMSA si Defensa podría haber transportado explosivos junto a pasajeros. La respuesta de NAMSA ha sido que por contrato sí, aunque reconoce no tener constancia de que esto se haya producido.