Se cumplen 100 años del nacimiento de Cary Grant
El actor que personificó la elegancia murió en 1986 sin desvelar sus misterios
Se cumplen cien años del nacimiento de Cary Grant, una de las estrellas más carismáticas de Hollywood. El actor inglés, que desde niño sólo pretendía vivir bien la vida, fue un sello de elegancia, calidad y magnetismo, y todo aderezado de inteligencia. Actuaba sin actuar; así hizó carrera hasta ser uno de los grandes del olimpo de los dioses de Hollywood.
Su infancia en Bristol hubiera sido la normal de un chico de clase media si no fuera por un hecho extraordinario. A la edad de 9 años, una tarde que regresó del colegio, le dijeron que su madre se había ido de vacaciones a la playa. En realidad había sido recluida en un manicomio y Grant no se enteró hasta años después. Hasta los 20 años no volvió a ver a su madre
Tras años en el teatro y el music-hall de Londres, en 1920 viaja a EEUU donde se inicia en el mundo del espectáculo como bufón en el hipódromo de Nueva York.
EL MITO NACIÓ JUNTO A MAE WEST
Debuta como cantante en comedias musicales, hasta que en 1932 lo contrata la Paramount y se da a conocer como actor secundario con el seudónimo de Cary Grant.
Actor incisivo, de una sensibilidad muy peculiar y de fina ironía humorística, pronto destaca como excelente galán de comedias, formando pareja con las estrellas más prominentes del momento, primero con Mae West, después con Marlene Dietrich, Jean Harlow, Irene Dunne, Katharine Hepburn, etc.
Actor predilecto de Howard Hawks y de Alfred Hitchcok. Trabajó en 74 películas. Su primera película en Hollywood fue "Lady Lou", con Mae West, que decía que Grant combinaba la virilidad y el aura de un caballero. No en vano estuvo casado cinco veces.
EL AVENTURERO QUE NUNCA SE DESPEINABA
En "Atrapa a un ladrón" (1955), a Grant y Grace Kelly les fue permitido improvisar algo de diálogo. Su mayor éxito de taquilla fue otra película de Hitchcock en 1950, "Con la muerte en los talones", junto a Eva Marie Saint, ya que Kelly era por entonces princesa de Mónaco. En 1941 ganó un Oscar como mejor actor por la película "Serenata nostálgica" y en 1969 ganó un Oscar honorífico.
Cuando un entrevistador le comentó que "a todo el mundo le gustaría ser como Cary Grant", el actor replicó "A mí también". Alfred Hitchcok dijó que él "podría actuar con un huevo podrido en la cara y seguirá pareciendo tan fascinante como siempre".




