El Grupo Santander batió su récord de beneficios en 2003
Crecieron un 16,18% durante el pasado ejercicio
Madrid
El beneficio neto atribuido del Grupo Santander creció en 2003 un 16,18%, hasta los 2.610,8 millones de euros, la mayor cifra de su historia y por encima de los 2.500 millones previstos por la propia entidad.
El margen de intermediación -diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos, principalmente- notó aún más este efecto, pues descendió el 14,96%. Por su parte, el margen ordinario disminuyó un 6,26%, después de que las comisiones cayeran el 2,8% y lo resultados de las operaciones financieras casi se triplicaran. El banco consiguió rebajar un 12,22% los costes de explotación y, gracias a ello, logró que el resultado del negocio puramente bancario creciera un 2,78%.
Según la comunicación remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las cuentas del ejercicio pasado todavía estuvieron influidas por la devaluación del dólar y de las divisas latinoamericanas, que provocaron que el margen de explotación o de la actividad puramente bancaria creciera sólo un 2,78%. El efecto del tipo de cambio benefició la evolución de los gastos, que también se redujeron por los recortes de plantilla en España, Portugal e Iberoamérica. Sin tener en cuenta el cambio de moneda, los costes hubieran caído el 0,7%.
Esta reducción permitió al grupo presidido por Emilio Botín cerrar por primera vez un ejercicio con un ratio de eficiencia inferior al 50%, ya que el conjunto de los costes de personal y generales supone 49,3 euros de cada cien ingresados, frente a los 52,3 euros de hace un año.
El Grupo Santander considera "buenos" estos resultados y argumenta que se deben al "fuerte crecimiento de la actividad comercial", que se refleja en una notable mejora de los ingresos y de las comisiones -crecieron un 7,2% si se excluye el efecto de las divisas-, así como en un recorte de los costes tanto en Europa como en Latinoamérica.
De hecho, los fondos totales gestionados crecieron un 10,3% y se elevaron a 460.472 millones de euros, al tiempo que la inversión crediticia aumentó un 5,8% y elevó a 177.612 millones, después de que su negocio hipotecario en España aumentara un 31%. La morosidad se situó al final del ejercicio en el 1,55%, por debajo del 1,89% del 2002.
Los resultados por operaciones de grupo superaron los 950 millones de euros, gracias a los 681 millones de euros de plusvalías conseguidos con la venta del 24,9% del Santander Serfín y a los 217 millones procedentes de Royal Bank of Scotland, del que ahora le queda un 5%. Estas cuantías se destinaron a la amortización anticipada de los fondos de comercio, por lo que no tienen incidencia en el beneficio.




