Mueren siete soldados de EEUU y dos empleados de CNN en Irak
En uno de los ataques murieron también dos civiles iraquíes
Bagdad
Al menos cuatro soldados norteamericanos resultaron hoy muertos por la explosión de dos bombas en la población de Khaldiya, al oeste de Bagdad, mientras que dos empleados iraquíes de la cadena CNN murieron al ser atacado su convoy. Otros tres soldados estadounidenses perdían la vida y tres más resultaban heridos a última hora de la tarde de hoy, cuando el convoy en el que viajaban fue atacado en Iskandariya, unos 50 kilómetros al sur de Bagdad.
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Según testigos, en el primer ataque murieron también dos civiles iraquíes y varios más resultaron heridos, una versión que a primera hora de la noche no había sido confirmada por portavoces de la coalición ni fuentes hospitalarias. De acuerdo con el servicio de prensa del Ejército estadounidense, tres de los soldados murieron en el acto y el cuarto poco después a causa de las heridas que le provocaron los artefactos explosivos.
Las deflagraciones se produjeron con segundos de intervalo al paso de un convoy que a última hora de la mañana patrullaba por los alrededores de la localidad, en el triángulo suní, donde se han registrado la mayor parte de los ataques de la resistencia.
Por otra parte, dos empleados iraquíes y un cámara de la cadena de televisión norteamericana CNN murieron hoy al ser atacado el convoy en el que regresaban a Bagdad, informaron fuentes de la cadena.
Según la información facilitada por CNN, el traductor del equipo, Dureid Isa Mohamed, y el conductor de uno de los dos vehículos, Yaser Jatib, fueron alcanzados por los disparos de un grupo de desconocidos en el extrarradio de Bagdad. El cámara, al que la cadena no ha identificado ni ha revelado su nacionalidad, fue herido leve en la cabeza, y no corre peligro.
En uno de los dos vehículos también viajaba el corresponsal de la cadena Michael Holmes y otros miembros del equipo, que regresaban a la capital iraquí tras cubrir una información en el sur del país.
Las nuevas bajas de hoy elevan a 517 el número de soldados de EEUU que han perdido la vida desde el inicio en marzo de la invasión de Irak, la mayor parte de ellos abatidos después de que el presidente de su país, George W.Bush, declarara el primero de mayo el fin de las principales operaciones bélicas en territorio iraquí.
Las nuevas explosiones tuvieron lugar menos de 24 horas después de que la sede central de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA, según sus siglas en inglés), en el centro de Bagdad, fuera bombardeada anoche con misiles.
El ataque produjo fuertes estallidos antes de que se escuchara el ulular de sirenas y a varios helicópteros estadounidenses que sobrevolaban el recinto, cerca de los hoteles donde residen buena parte de los periodistas extranjeros, algunos de los cuales llamaron a los portavoces militares de EEUU, que confirmaron el bombardeo.
Ubicada en el antiguo Palacio presidencial de Al Yumhuriya o Republicano, la sede de la CPA es el complejo en que reside el administrador civil de Irak, el diplomático norteamericano Paul Bremer, y ha sido atacado con cohetes en varias ocasiones, sin que hasta el momento se haya informado de víctimas.