Cancelados cinco vuelos entre Europa y EEUU por motivos de seguridad
Washington ha advertido del riesgo de atentados de Al Qaeda
La aerolínea británica British Airways y la francesa Air France han suspendido cinco vuelos de Europa a Estados Unidos -tres la primera y dos la segunda- por razones de seguridad, después de las advertencias del Gobierno de EEUU sobre la posibilidad de atentados de Al Qaeda.
Las autoridades de EEUU han atribuido la cancelación de cinco vuelos de British Airways y Air France procedentes de Europa a las sospechas de que Al Qaeda sigue planeando repetir atentados como los del 11 de septiembre de 2001.
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Hay datos "específicos y creíbles" de que este grupo terrorista podría intentar repetir los ataques que costaron la vida a más de 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania, afirmó Brian Roehrkasse, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional.
"Seguimos estando preocupados por el deseo de Al Qaeda de utilizar aviones, especialmente aviones de compañías de otros países", dijo Roehrkasse, después de que se conociera la cancelación de tres vuelos de British Airways y dos vuelos de Air France.
No obstante, el Gobierno de EEUU no ha decidido aumentar el nivel de alerta ante el riesgo de atentados, como hizo poco antes de las fiestas navideñas, cuando se suspendieron una decena de vuelos por los indicios de posibles actividades terroristas. El nivel de alerta "naranja", el segundo más elevado en una escala de cinco, estuvo en vigor hasta el pasado 9 de enero.
La compañía británica fue la primera en informar de que dos vuelos (bajo el código BA223) con destino a Washington previstos para el 1 y el 2 de febrero, y un tercero a Miami(el BA207), que debía partir el domingo, fueron suspendidos hasta nuevo aviso. El BA223 ha estado sometido a una vigilancia especial y a principios de enero fue cancelado y retrasado numerosas veces.
Un portavoz de British Airways aludió a "razones de seguridad", término que utilizó también la aerolínea Air France para explicar la anulación de dos vuelos entre París y Washington (bajo el código AF026), que debían realizarse este domingo y el lunes.
Fuentes aeroportuarias galas explicaron que ya se había previsto una serie de medidas "específicas" para esos vuelos con destino a EEUU, puesto que debían subir a bordo de los aparatos agentes de cuerpos de élite (policías del RAID o gendarmes del GIGN).
Air France anuló seis vuelos entre París y Los Ángeles a Estados Unidos en diciembre por razones de seguridad, debido a que las autoridades estadounidenses sospechaban que podía embarcar en alguno de ellos un terrorista que pretendía atentar contra su país.
París prefirió aplicar el principio de precaución y suspender los vuelos -lo que tuvo un costo de un millón de euros para la aerolínea- aunque no aparecieron indicios que confirmaran las sospechas de los servicios de información estadounidenses.
Washington insistió, no obstante, en que la suspensión de esos vuelos pudo evitar uno o varios atentados que hubieran tenido entre sus objetivos la ciudad de Las Vegas, así como centrales nucleares, plantas petrolíferas o presas en distintos puntos del país.
Los terroristas de Al Qaeda, afirmaron entonces los máximos responsables de la seguridad estadounidense, estarían en la fase final previa a la comisión de los atentados, solamente a la espera de recibir la orden final de sus superiores para llevarlos a cabo.
Por este motivo, el nivel de alerta ante posibles ataques se incrementó en la semana de Navidad de "elevado" a "alto", con el objetivo de que la mayor vigilancia y presencia militar y policial en las calles sirviera de elemento de disuasión a los terroristas.
Fuentes oficiales de EEUU afirmaron a la cadena de televisión CNN que, al igual que ocurrió hace un mes, las medidas de precaución fueron adoptadas por los Gobiernos de Londres y París tras ser informados de los nuevos datos recabados por el espionaje.
Estas nuevas cancelaciones se producen horas después de que un avión de la compañía aérea británica Virgen Atlantic, con 181 pasajeros a bordo, regresara a Londres cuando sobrevolaba el Atlántico tras detectarse olor a quemado.
El Airbus se dirigía al aeropuerto JFK de Nueva York cuando a medio camino se percibió el olor, cuya causa no se ha determinado.




