El Barcelona, a un puesto de la Champions

La apuesta del técnico local, Frank Rijkaard, por los extremos llevó hoy al Barcelona a sumar una plácida victoria en el Camp Nou ante un inocente Albacete (4-0), que devuelve las removidas aguas del Camp Nou a su cauce y acerca al equipo azulgrana a sólo dos puntos de la cuarta plaza que le daría acceso a la Liga de Campeones.

Acuciado por los últimos malos resultados y por las numerosas bajas, entre ellas las de hombres tan importantes como Ronaldo de Assís 'Ronaldinho', Carles Puyol o Patrick Kluivert, Rijkaard cambió hoy por enésima vez su sistema y regresó al juego con extremos, algo que no utilizaba desde hace muchas semanas, para el que utilizó a Luis García y a Ricardo Quaresma (este último no era titular desde el pasado mes de diciembre).

Y la apuesta salió bien, ya que Luis García se convirtió en el hombre más peligroso del partido, desbordando constantemente y sirviendo los centros de dos de los goles, mientras que Quaresma fue el autor de otro tanto y también mostró su calidad en algunas acciones.

Tras un primer gol afortunado en la primera mitad de Xavi Hernández, el otro jugador destacado del partido, tres tantos consecutivos de Javier Saviola, Ricardo Quaresma y Edgar Davids en el inicio de la segunda parte dejaron visto para sentencia el encuentro.

El partido era muy peligroso para el Barcelona, que presentaba un equipo plagado de bajas y esperaba en el Camp Nou a un público predispuesto a no perdonar el más mínimo error después del mazazo que supuso la eliminación el pasado jueves de la Copa del Rey a manos del Zaragoza.

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De hecho, el equipo fue recibido con algunos silbidos cuando saltó al césped a calentar, y en el inicio del partido un centenar de supervivientes de los 'Boixos Nois', hostigados por la junta directiva del club en su cruzada contra la violencia, no pararon de de proferir cánticos y agitar sus pañuelos contra el presidente Joan Laporta.

En medio de ese ambiente complicado, lo mejor para calmar la grada fue la llegada temprana del primer gol del Barcelona, en el minuto 16, fruto de un buen pase de Javier Saviola a Xavi Hernández, cuyo disparo desde fuera del área rebotó en el defensa albaceteño Pablo Ibáñez, lo que descolocó totalmente al portero Manuel Almunia.

El Barcelona, que había salido con ganas, había dispuesto con anterioridad de un par de lanzamientos de falta muy peligrosos, pero desviados por la barrera del Albacete, y se hizo en seguida dueño y señor sobre todo del centro del campo.

El equipo manchego perdía la pelota con facilidad y apenas mostraba mordiente adelante, excepto en un par de acciones individuales del poderoso delantero Carlos Aranda, y especialmente en una gran jugada del media punta uruguayo Antonio Pacheco, cuyo chute tras deshacerse de dos defensas salió fuera ante la desesperada salida de Víctor Valdés.

El conjunto local parecía muy superior a su encogido e inocente rival, pero no acababa de tener profundidad y faltaba el segundo gol de la tranquilidad, necesario después de tantos y tantos puntos perdidos esta temporada por tontos despistes defensivos en el Camp Nou.

Ese segundo gol de la tranquilidad llegó nada más iniciarse la segunda parte, gracias a una buena jugada de Luis García, cuyo centro fue rematado en plancha de cabeza totalmente sólo por Javier Saviola, que tuvo tiempo de levantarse para enviar posteriormente a la red el primer balón desviado por el portero Almunia.

Y con todo ya a favor, llegó en seguida un festival goleador del Barcelona. El tercero lo marcó Ricardo Quaresma, con un potente disparo desde fuera del área. Y el cuarto fue obra de Edgar Davids, el primero que marca como azulgrana, tras un nuevo buen centro desde la derecha de Luis García.

El resto del partido no tuvo historia y Rijkaard pudo permitirse el lujo de dar entrada al joven delantero canterano Sergio García por Javier Saviola, y a dos jugadores que salen de largas lesiones, Thiago Motta y Luis Enrique Martínez, por Phillip Cocu y Edgar Davids, respectivamente.

Luis Enrique todavía tuvo tiempo de marcar el quinto de la tarde, en tiempo de descuento, al culminar un contraataque, tras recibir una asistencia de Sergio García.