DOCUMENTACIÓN: La tregua de ETA que duró 14 meses
Diez años atrás la organización limitó a tres meses el cese de las acciones, que desembocó en las conversaciones de Argel
La organización terrorista ETA anunció el 16 de septiembre de 1998 una tregua indefinida, que haría efectiva dos días después y que fundamentó en un comunicado en la nueva relación de fuerzas en el País Vasco "por el giro dado por formaciones como PNV, EA o ELA" con la convicción de que aquélla era una oportunidad de oro para avanzar hacia la soberanía.
Aunque la decisión abrió una pequeña ventana a la esperanza, el anuncio fue tomado con cautela por todas las fuerzas democráticas, máxime cuando ETA aseguró que mantendría las armas en su poder como medida de defensa.
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La organización armada hizo llegar su anuncio a los diarios vascos Euskadi Información —creado tras el cierre de Egin— y Deia cuatro días después de la firma en Estella del Pacto de Lizarra, con el que los partidos nacionalistas vascos, IU-EB y 19 organizaciones sociales y sindicatos de la comunidad autónoma abrían una mesa de diálogo que daba la espalda a la Mesa de Ajuria Enea.
Tregua en el marco preelectoral
En el ambiente político flotaba la sensación de que ETA iba a dar el paso, aunque cogió por sorpresa al Gobierno del PP, que la esperaba para una semana después. El Ejecutivo de Aznar prefirió mantener la serenidad pese a las sospechas de que se tratase de una tregua-trampa y tanto el PP como el PSOE se mostraron escépticos. Aún así, ambos coincidían que la fecha clave para que ETA se desenmascarase era ésta: el 25 de octubre, la fecha de las elecciones.
La tregua duró 14 meses y 16 días, hasta el 28 de noviembre de 1999, cuando anunció que sus comandos podrían atentar en cualquier momento, desde la entrada en vigor de la ruptura de la tregua, el 3 de diciembre. El día 2, los españoles se echaron a la calle para pedir a la organización que no se echase atrás, mientras PNV y HB firmaban un pacto para relanzar la soberanía vasca.
Dos breves treguas
Diez años atrás, en 1989, la banda armada anunció una tregua limitada de tres meses, que desembocó en las conversaciones de Argel con el Gobierno del PSOE.
Hubo otro movimiento similar en 1996, tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, aunque esta tregua sólo duró una semana. En estas dos ocasiones, ETA se dirigó al Gobierno y mostró sus condiciones. No lo hizo, en cambio, en la única tregua indefinida, la del 98, en la que sólo se dirigía a los partidos vascos.