El 83% de empresas británicas ha sufrido delitos a través de Internet
Estos delitos cuestan miles de millones a las compañías
La delincuencia cibernética ha costado a las compañías británicas cientos de millones de libras en pérdidas de negocio el pasado año, y es probable que la próxima oleada de ataques en la Internet sea más grave. En un estudio policial sobre las 201 mayores empresas británicas, el 83 % dijo que había sufrido algún tipo de delito por la Internet en 2003, que había costado 195 millones de libras (368,45 millones de dólares) entre pérdida de negocios, descenso de productividad y daño perceptible a su marca o a la cotización de sus acciones.
"Aunque es aún pronto para fijar una cifra del impacto financiero total sobre las empresas británicas, todos los indicadores sugieren que estamos hablando de miles de millones más que de millones", ha dicho Len Hynds, jefe del departamento contra el ciberdelito de Gran Bretaña, en un congreso sobre delitos electrónicos en Londres.
El principal blanco de este tipo de delincuencia es el sector financiero. Tres firmas de servicios financieros de Gran Bretaña, de las que no se divulgaron los nombres, han informado de daños relacionados con delitos cibernéticos por valor de más de 60 millones de libras (113,36 millones de dólares) el año pasado.
Un delito relativamente nuevo que afecta en especialmente a este sector es conocido como "phishing", consistente en que los estafadores envían mensajes de correo electrónico engañosos o crean sitios web ficticios con los que convencen a usuarios a facilitar sus números de tarjetas de crédito o datos bancarios. La mayoría de los bancos en el Reino Unido han sido víctimas de esta estafa, incluidos el Barclays , Lloyds TSB y NatWest. Hynds dijo que 50 empresas del país denunciaron este tipo de ataques el pasado año.
La policía acusa principalmente a las bandas del crimen organizado, particularmente las procedentes del este de Europa y de Asia.
El delito cibernético ha crecido en paralelo con el incremento del comercio online, provocando un auténtico quebradero de cabeza para la policía que intenta luchar contra una fuerza criminal escurridiza.
