EEUU impulsa un plan para redefinir Oriente Próximo
Escepticismo en Europa y el mundo árabe ante la ofensiva de la Administración Bush
EEUU va a lanzar en los próximos días una ofensiva diplomática para explicar su plan para redefinir Oriente Próximo. El plan de Washington, que se presentará el próximo día 8 en la cumbre del G-8 que se va a celebrar en Sea Island (EEUU)pretende introducir grandes reformas democráticas y económicas en lo que denomina "el Gran Oriente Próximo", un área que abarca desde Marruecos hasta Afganistán.
El proyecto quiere vigilar la situación de los derechos humanos y el papel de las mujeres en estos países para "garantizar la seguridad futura". El mensaje de esta iniciativa ya fue adelantado por el presidente estadounidense, George W. Bush, el pasado otoño y recientemente reafirmado por su vicepresidente, Dick Cheney, en la cumbre de Davos.
Tanto Bush como Cheney basaron su discurso en que "estimular la libertad y la democracia" es el camino correcto para solucionar los conflictos en oriente próximo.
La iniciativa ha sido acogida con escepticismo en los países árabes, sobre todo en Egipto y Jordania, que reclaman que cualquier proceso de reforma surja desde dentro de los propios Gobiernos. De hecho, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, va a iniciar hoy una gira por varios países europeos para comunicar su fuerte escepticismo al plan.
ESCEPTICISMO TAMBIÉN EN EUROPA
Para suavizar estas reacciones, el Departamento de Estado norteamericano ha enviado esta semana a su número tres, Marc Grossmman, a Marruecos, Jordania, Egipto y Bahrein. Desde Europa, los primeros en reaccionar han sido Francia y Alemania. París y Berlín consideran que la prioridad es solucionar el conflicto entre israelíes y palestinos y no plantear un plan tan ambicioso.




