Más de 2.000 científicos dimiten en Francia por la falta de inversión

Más de 2.000 de jefes de laboratorio y de equipo se ha reunido hoy en el Ayuntamiento de París para firmar su carta de dimisión e introducirla en unas urnas que esta tarde serán entregadas en el ministerio. Unos doscientos científicos lo han hecho ya esta mañana mediante correo electrónico.

Se trata de un acto simbólico, puesto que la mayoría cree que no serán aceptadas, pero que muestra el rechazo frontal que encuentra el ejecutivo francés en una parte de los intelectuales, artistas o investigadores que han firmado un manifiesto contra lo que califican de "guerra a la inteligencia".

La afirmación del primer ministro Raffarin de que no acepta "mercadear con el futuro de Francia" no ha contribuido a calmar el malestar de los investigadores que denuncian la situacón precaria en la que trabajan y la constante "fuga de cerebros" como conscuencia del recorte presupuestario en la investigación pública. Una situación que se ha acentuado desde hace dos años con la llegada del centro-derecha al gobierno.

Los primeros dimisionarios enviaron su carta de renuncia por correo electrónico, anunció un portavoz de la asociación "Salvemos la Investigación", minutos antes del inicio de la asamblea de científicos que ha tenido lugar en París.

Los científicos franceses han celebrado la asamblea general en la que todos los jefes de laboratorio han decidido presentar su dimisión colectiva, en protesta por lo que consideran la "asfixia financiera" de la investigación en el país, causada según ellos por los recortes presupuestarios y de personal.

El primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, que el pasado sábado anunció una ayuda suplementaria de 3.000 millones de euros a la investigación hasta 2007, aseguró antes de conocer la decisión de los jefes de laboratorio, que la respetaría pero que, si dimiten, "será más difícil construir" el futuro.

"Una dimisión nunca es un éxito. Si se produjera yo tendría una reacción de tristeza, porque no quiero que el renombre científico internacional de Francia sea así debilitado", aseguró Raffarin en una entrevista que aparece hoy en el diario "Liberation".

Raffarin rechazó las acusaciones de "sacrificio presupuestario de la investigación" y aseguró que "las plantillas están a un nivel récord en 2004" y "los gastos de laboratorios son, de media, un 30 por ciento más altos" que en la anterior legislatura.

Pese al anuncio del Gobierno del incremento presupuestario, los científicos lo consideraban "una promesa más", que además es similar a la que les había hecho hace años el presidente, Jacques Chirac, cuando se comprometió a dedicar a la investigación el tres por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

La dimisión colectiva de los jefes de laboratorio, que inicialmente tiene un valor estrictamente simbólico, podría suponer si se mantiene en el tiempo la parálisis de la investigación en Francia.

Finalmente, investigadores de todo el mundo han firmado un manifiesto en el que muestran la solidaridad con sus colegas franceses que, a causa de los recortes presupuestarios "han perdido la capacidad de hacer frente a la competencia internacional al más alto nivel", lo que ha obligado a muchos de ellos a emigrar.