El Atlético perdió el partido que no quería jugar
Madrid
El Atlético de Madrid cayó derrotado en Anoeta, en un encuentro que sus jugadores habían pedido que fuera aplazado por los atentados del jueves en Madrid y que entregaron a una Real que suma tres valiosos puntos para alejarse de los puestos de descenso.
El capitán del conjunto atlético, Carlos Aguilera, había advertido que los atentados de Madrid podrían pasar factura en el aspecto anímico a su equipo y quizás fuera ese el motivo de la apatía y falta de concentración que tuvo el conjunto colchonero, sobre todo en la primera mitad.
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Imprecisiones en los pases, falta de profundidad y dudas en los porteros de ambos equipos, Alberto y Aragoneses, motivaron una primera mitad insulsa y de poco fútbol, con dominio alterno y una Real que a medida que avanzó el partido fue desperezándose para estirarse y llevar peligro a la portería rojiblanca.
Los donostiarras marcaron su primer gol, y delimitaron de esta forma su territorio, en el minuto 34, cuando el argentino Lequi trabó en el área visitante a Kovacevic, en el momento en el que el ariete serbio se adelantaba a toda la defensa del Atlético para encarar a Aragoneses. Karpin marcó con un balón raso y escorado al palo derecho.
No tuvo tiempo el Atlético para asimilar el gol porque los guipuzcoanos se echaron hacia arriba, cogieron confianza y fueron ya claros dominadores del encuentro ante un Atlético sin personalidad que no acertó a llevar inquietud alguna a la portería rival.
Faltaban cuatro minutos para el descanso y el banquillo realista estaba pendiente del estado físico de Kvarme, que pedía el cambio, cuando llegó el segundo tanto local, iniciado por un servicio de Gabilondo, la recepción y posterior centro de Karpin y un desafortunado Simeone que, en una noche negra de los centrales argentinos del Atlético de Madrid, introdujo un balón sin excesivo peligro en su propia portería.
La entrada de Paunovic dio mayor talante ofensivo a los madrileños y durante muchos minutos dieron la impresión de poder meterse de nuevo en el choque, ya que desperdiciaron dos claras ocasiones de gol por parte de Fernando Torres y del propio centrocampista balcánico.
Kovacevic pudo dejar sentenciado el partido en un mano a mano con Aragoneses, desbaratado en última instancia por éste, pero a falta de un cuarto de hora para el final fue el Atlético de Madrid el que redujo distancias después de que Paunovic cabeceara a la red una falta botada por Ibagaza.
Los últimos instantes fueron muy intensos por el desesperado intento para empatar de un Atlético que estuvo más cerca, sin embargo, de encajar el tercer gol que de igualar la contienda, pero Aragoneses insufló con sus paradas el aire que finalmente no aprovechó el equipo de Gregorio Manzano.
