El bebé muerto en un contenedor falleció al no ser asistido tras nacer
La policía sigue buscando a la madre
La autopsia practicada al cadáver del bebé hallado ayer en un contenedor de basuras en el distrito Sarriá-Sant Gervasi de Barcelona ha revelado que el pequeño no murió de forma violenta, sino víctima del abandono y de no haber sido asistido de forma adecuada tras su nacimiento.
Fuentes próximas a la investigación han explicado que la causa de la muerte del bebé, que fue hallado dentro de una bolsa de basura y todavía con el cordón umbilical sin cortar, es "la inasistencia" de que fue víctima durante sus primeros instantes de vida.
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Los resultados de la autopsia que hoy se ha practicado al cadáver permiten descartar la hipótesis de que el niño murió asfixiado, como se había apuntado en un principio ya que el bebé tenía el rostro completamente amoratado.
Mientras tanto, la Policía sigue investigando si los hospitales y ambulatorios barceloneses han atendido en los últimos días a mujeres que acabaran de dar a luz con el fin de recabar pistas que permitan identificar a la madre del bebé.
La policía científica ha acordonado el lugar donde se encontró el cadáver y está analizando la bolsa de basura en la que el bebé estaba envuelto para buscar cualquier pista que pueda conducir a la persona que lo lanzó al contenedor, especialmente las huellas digitales.
Buscando a la progenitora
Al mismo tiempo, los investigadores están recorriendo los hospitales y ambulatorios barceloneses para averiguar si en las últimas horas han asistido a alguna mujer con indicios de haber dado a luz recientemente.
También se está investigando en las consultas ginecológicas que hayan atendido recientemente a mujeres que estuvieran a punto de dar a luz, sobre todo en el distrito donde fue hallado el cadáver del bebé, y se está interrogando a los vecinos de la zona por si pudieran aportar alguna pista que permita hallar a la madre del pequeño.
Hace apenas medio año fue hallada aún con vida otra recién nacida que había sido abandonada en un contenedor de basuras del barrio de Sants de Barcelona, a la que se bautizó con el nombre de Mercé y se dio en adopción, pero la Policía nunca logró dar con sus padres biológicos.




