Múqtada al Sáder, un joven clérigo al frente de la rebelión chií

Una parte de la comunidad chií de Irak lleva días en pie de guerra contra las tropas de ocupación extranjeras. Ya se han enfrentado a tiros con norteamericanos, británicos, italianos y españoles en una batalla dispar que ha dejado cerca de un centenar de muertos, la mayor parte iraquíes. La revuelta chií tiene un líder, un joven clérigo llamado Moqtada Sadr.

El origen de la rebeldía chií, que causa los más graves enfrentamientos de la posguerra, está en la detención de Mustafa Yacubi, uno de los colaboradores más cercanos del radical Moqtada Sadr. Tras el arresto, el joven clérigo hizo un llamamiento a la huelga general y a la desobediencia civil que está siendo seguido en las principales ciudades iraquíes.

Miles de chiíes siguen los llamamientos del líder radical Moqtada Sadr, que representa a una pequeña parte de la comunidad chií de Irak, la más pobre, menos culta y más castigada por el régimen de Sadam Husein. Están agradecidos a su líder, que tras la caída de Sadam levantó una red de servicios sociales en el suburbio.

Los seguidores del joven Sadr, que no llega a los 30 años, se centran en el pobre suburbio de Medinat al Sadr, en Bagdad. Se trata de un barrio de cerca de un millón de habitantes tomado por las tropas de EEUU, que tratan de controlar la rebelión.

Este barrio lleva el nombre del padre del líder chií. Moqtada Sadr es hijo del que fuera jefe espiritual de los chiíes antes de la llegada de Ali al Sistani, mucho más conservador que el clérigo que ha levantado a los radicales contra los militares extranjeros. El régimen de Sadam Husein mató a su padre, Mohamed Sabed Al Sadr y a sus dos hermanos mayores.

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Estados Unidos le acusa de incitar los enfrentamientos "en lugar de permitir el florecimiento de la democracia".