Ocio y cultura

El porno de California cierra temporalmente por temor al sida

Dos de sus actores dan positivo a las pruebas del VIH

El temor al sida ha logrado lo que nunca pudo la censura, con el cierre temporal de la industria del cine pornográfico de EEUU, ubicada principalmente en California, después de que dos de sus actores dieran positivo a las pruebas del VIH.

El cierre ha sido secundado por gran parte de los principales estudios de cine porno con sede en el valle de San Fernando, una industria soterrada que se calcula que genera entre 7.500 y 10.800 millones de euros anuales.

La moratoria voluntaria, fijada en un plazo de sesenta días para contener la propagación, es consecuencia de los dos casos de actores afectados por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que causa el sida.

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El primer afectado, conocido en la industria con el nombre de Darren James, recibió los resultados de los análisis el pasado lunes, creando una alerta mèdica que se ha propagado entre los profesionales del medio durante toda la semana.

La Fundación para el Cuidado Mèdico en la Industria del Cine para Adultos, organismo autorregulador del medio, identificó a las doce actrices que trabajaron con James desde su contagio, supuestamente en Brasil.

De ellas una, conocida como Lara Roxx, ha dado positivo en los análisis del VIH, y se han añadido a la cuarentena otros veintidós actores porno que han trabajado con las doce iniciales, así como a los compañeros sexuales de todos ellos.

La alarma ha vuelto a generar una polèmica sobre el "sexo seguro" en una industria en la que los riesgos están mejor pagados.

Aun cuando muchos de los grandes estudios en esta industria, como "Vivid", mantienen desde hace seis años una política que obliga al uso de preservativos, siguen siendo numerosas las firmas que pagan más por practicar un sexo de riesgo.

James era conocido como uno de estos intèrpretes, dentro del gènero descrito como "Porno Gonzo", películas sin trama y sin preservativos, donde el sexo es lo único que cuenta.

La mayor parte de los que forman parte de este negocio, que emplea al año a unos 1.200 actores de forma regular y otros trescientos eventuales, siguen unas normas de autorregulación.

Entre ellas están las pruebas voluntarias para detectar el VIH entre los actores, que se realizan cada tres semanas. Hay estudios que incluyen en el contrato una cláusula exigiendo el resultado negativo de esta prueba en los treinta días anteriores al rodaje.

Como ha indicado a la prensa Jill Kelly, antigua estrella de la industria que ahora tiene su propia productora, con la que realiza entre cuatro y ocho películas al mes, "la seguridad viene antes que el dinero".

Sin embargo, su empresa funciona bajo la política de "condón opcional", que si bien abre las puertas al sexo seguro, tambièn subraya la idea de que sin preservativo los ingresos serán mayores.

Según las cifras no oficiales que se manejan en esta industria, el sueldo de un actor porno puede oscilar entre los 167 y los 4.170 euros por día de trabajo.