Isabel Gómez Benito, detenida por error en Perú: "En la cárcel me dijeron que no me fiase ni de mi sombra"

La periodista española, Isabel Gómez Benito, fue detenida el pasado 4 de abril en Perú al ser confundida con una narcotraficante con su mismo nombre. En "Hoy por Hoy" hemos hablado con ella y nos ha relatado los detalles de una pesadilla que duró ocho días.

Gómez Benito, que fue a Perú en sus vacaciones de Semana Santa en viaje de turismo, fue detenida por la justicia peruana por coincidir su nombre con el de una supuesta narcotraficante de cocaína, saltándose la ley de la homonimia, y tras permanecer las primeras 48 horas en un calabozo, fue encarcelada en la prisión de mujeres "Santa Mónica", situada en Lima, la capital del país. "Todo me parecía absurdo y estaba tranquila", dice Isabel, "hasta que mi abogada me dijo que el asunto era muy grave".

En la cárcel sufrió la falta de higiene, una medicina espantosa y mucha suciedad. "Había 14 colchones para todas las presas. Entrábamos dos en cada cama, y las que no cabían iban al suelo. A mí, al ser nueva, me tocó en el suelo". Gómez Benito se queja también de la falta de recursos. "Le pedí a mi hermano un plato, si no, teníamos que comer en el cuenco de la mano", dice la española, que asegura que para desayunar sólo les daban agua caliente y un pedazo de pan.

Cuenta la periodista española que se rodeaba de secuestradoras, narcotraficantes, ladronas y asesinas. "Eran mujeres muy pobres, no tenían nada. Esa gente se pudre allí". El peor momento era sin duda la noche, donde tenía que prestar especial cuidado por temor a que le robasen. "Me dijeron que no me fiase ni de mi sombra, que no durmiese tranquila, que guardase el dinero en el sujetador y que gritase ante cualquier cosa". Aún así, Gómez Benito cuenta que hizo amigas entre las celdas. "Ellas también me ayudaron, me dieron un tapper y un poco de papel higiénico".

La pesadilla terminó finalmente cuando el Poder Judicial de Perú ordenó el 13 de abril la excarcelación de la periodista, que según comenta, ha recibido el apoyo de los ministerios de Interior y de Asuntos Exteriores de Perú, así como de la Embajada española de este país.