Los leones del Congreso se visten de gala
La apertura de la VIII Legislatura marcada por la presencia del lehendakari Ibarretxe y ERC
Como cada cuatro años, el Congreso de los Diputados se viste de gala para el acto de apertura de la Legislatura. Presidida por los Reyes y los presidentes del Congreso, Manuel Marín, y el Senado, Javier Rojo, el acto ha estado marcado por el tono conciliador y de diálogo que se pretende dar a toda la legislatura.
La Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados se abrió para dar paso a los Reyes, el Príncipe de Asturias y Doña Letizia, acompañados del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y fueron recibidos posteriormente por los miembros de la Mesa en el escritorio de las Constituciones.
Más información
La entrada principal del Palacio, que sólo se habilita en las sesiones de apertura de cada legislatura, los días de la Constitución y las jornadas de puertas abiertas, vestía de gala hoy con el dosel, los pendones y las alfombras para dar paso a la comitiva.
Rodríguez Zapatero llegó a las proximidades del Palacio a las doce menos cuarto, y saludó a los ciudadanos concentrados en la esquina de la Carrera de San Jerónimo con la calle Marqués de Cubas, donde estaba el cordón policial, mientras esperaba la llegada de Sus Majestades.
Los batallones de los Tres Ejércitos estaban formados a las puertas del Congreso de los Diputados para recibir a los Reyes, que llegaron precedidos del Escuadrón de Lanceros de la Casa Real hasta el lugar donde les esperaban el presidente del Gobierno y el jefe del Estado Mayor de la Defensa.
Una vez concluida la revista a las tropas, la comitiva retrocedió hasta la escalinata de la Puerta de los Leones para entrar en el Palacio. En el Hemiciclo, el Rey pronunció su discurso después de hacer lo propio el presidente del Congreso. Sus Majestades estaban flanqueados por Marín y el Príncipe, junto al que se sentaba Rojo.
El discurso del presidente del Congreso se abría con la petición a sus señorías que guardaran un sentido minuto de silencio por la memoria de las víctimas del 11M. También en su discurso, Manuel Marín aprovechó la ocasión para desear suerte en el futuro del matrimonio principesco entre don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz.
LOS BANCOS AZULES GIRAN A LA IZQUIERDA
Rodríguez Zapatero y el nuevo Gobierno ocupaban por primera vez el banco azul de ministros, que ha cambiado su orientación de manera que el presidente se sitúe a la izquierda de la tribuna, a fin de que sea respaldado por los diputados de su grupo, y no los del PP.
En la tribuna de invitados se encontraban la prometida del príncipe, Letizia Ortiz, franqueada por sus futuros cuñados, Iñaki Urdangarín y Jaime de Marichalar. Junto a ellos ocho presidentes autonómicos, entre los que estaba por primera vez el "lehendakari" vasco, Juan José Ibarretxe. Se a dado la coincidencia de que Ibarretxe ha tenido que sentarse entre el Presidente del Tribunal Constitucional, Jiménez de Parga y el del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando.
Entre otros invitados se encontraba los presidentes autonómicos de Galicia, Manuel Fraga y de Madrid, Esperanza Aguirre. También estaban el presidente de la patronal de empresarios, José María Cuevas, los veteranos diputados Santiago Carrillo y Herrero de Miñón o el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
Concluido el acto en el Hemiciclo, los Reyes y la Familia Real se dirigieron al Salón de Conferencias, también conocido como Salón de los Pasos Perdidos, donde se celebró el tradicional besamanos.
Los presidentes del Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo abrieron la ronda de saludos, precediendo a los nuevos ministros, los presidentes autonómicos y ex presidentes de ambas Cámaras y los diputados y senadores.
Al llegar el turno a Ibarretxe, éste se dirigió al Rey para intercambiar con él algunas palabras. Lo mismo hizo con el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, el de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, y el ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra.
AUSENCIA DE AZNAR Y GONZÁLEZ
El acto de apertura de esta VIII Legislatura estuvo también caracterizado por las grandes ausencias, como las de los ex presidentes José María Aznar y Felipe González. Leopoldo Calvo Sotelo fue el único ex jefe del Ejecutivo que participó en esta ceremonia.
Tras el besamanos, las autoridades e invitados y la Familia Real se situaron a las puertas del Palacio para ser testigos del desfile militar, que cerraba este acto, con el que se da por iniciada oficialmente la nueva legislatura.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Crónica de Severino Donate: "Bajo el palío de los fieles leones"




