El "conseller en cap" descarta ceses por la difusión del informe sobre medios de comunicación
Bargalló anuncia la reducción de las subvenciones en los próximos años
El 'conseller en cap' de la Generalitat, Josep Bargalló, descartó hoy en el Parlament que se vayan a producir dimisiones ni ceses en el Gobierno catalán a raíz del informe "anónimo" sobre los medios de comunicación que CiU atribuye al tripartito y proclamó el final del "mcarthysmo" después de 23 años de Gobierno de CiU.
Como muestra, anunció que en el proyecto de presupuestos para 2004 la partida destinada a ayudas y subvenciones a los medios de comunicación se reducirán de los 25 millones de euros de 2003 a 20 millones y la previsión es mantener la tendencia descendente en los presupuestos para 2005, cuando prevé fijar una partida de 15 millones.
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Bargalló salió airoso de los ataques del portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, que en una interpelación insistió una y otra vez en pedir al Gobierno que asuma la responsabilidad del "incunable" informe aunque aseguró que "no pedimos dimisiones".
El 'conseller en cap', responsable de la política de comunicación del Ejecutivo catalán, admitió que el informe, de procedencia externa, había estado "en manos" de "algún miembro de la administración de la Generalitat", "como tantos otros", y que "había sido desestimado" por esta misma persona, sin que se le diera trámite.
Pese a ello, insistió en que "este Gobierno no ha encargado el informe, no figura en el Registro, y no se ha recibido, por lo que para el Gobierno no existe desde el punto de vista oficial". Además, sostuvo que "si así fuera se habría rechazado" por sus "errores", "afirmaciones indefendibles" y "visión sectaria" y advirtió a CiU que "la responsabilidad de lo que se pueda derivar de un documento privado no recae sobre quien lo escribe, sino sobre quién lo hace público".
En cualquier caso, manifestó que la defensa a la libertad de prensa que propugna el tripartito se demuestra con decisiones y en este sentido explicó que se ha puesto en contacto con todos los directores de medios de comunicación para anunciar una línea comunicativa "diferente" a la de CiU". Así, anunció como primera medida una reducción drástica de las partidas destinadas a ayudas a los medios, aunque apuntó que "los contractos plurianuales se mantendrán".




