Ciencia y tecnología

Italia y Grecia endurecen las leyes contra el intercambio de contenidos multimedia y el 'top manta'

El senado italiano aprueba una norma que considera delito bajar contenidos protegidos por el copyright

Si el destino de sus vacaciones de este verano es Grecia o Italia deberá tener en cuenta que, como en muchos otros campos, acciones que realiza legalmente en su país son consideradas delito en estos países. Mientras que en el primero se ha condenado por primera vez a una persona por comprar discos pirateados, en el segundo el Gobierno Berlusconi ha aprobado un decreto que sanciona con multas y penas de cárcel a aquellos que descarguen o 'suban' a Internet contenidos digitales sin el permiso del titular del copyright.

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La Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, en sus siglas en inglés) afirma que en Grecia se venden cada año 10 millones de cedés piratas, tantos como originales. Las autoridades griegas creen que este comercio crecerá aún más este verano con la llegada de los turistas y los aficionados al deporte que asistirán a los Juegos Olímpicos de Atenas.

Para contrarrestar esta tendencia, las autoridades parecen haber iniciado una campaña contra el 'top manta', con acciones que apuntan tanto a los vendedores como a sus clientes. La página web de la cadena británica BBC informa hoy de que un hombre ha sido condenado por primera vez a tres meses de cárcel en este país por comprar discos ilegales, acción que la legislación nacional considera un delito.

Penas similares para quien comparte y quien se enriquece

Si en Grecia deberá cuidar a quién compra música y películas en DVD, en Italia deberá estar atento a lo que hace en los cibercafés, sobre todo si es aficionado a los programas de intercambio de archivos o redes P2P como Kazaa o eMule.

Según informa The Register la descarga o 'subida' de contenidos multimedia a Internet es desde ayer delictiva en este país, tras la aprobación de un decreto que penaliza estas conductas. Los que las realicen podrán ser condenados a partir de ahora a penas de cárcel de entre seis meses y tres años, o multas de entre 154 y 1032 euros.

Hasta ahora, las normas italianas de copyright, que databan de 1941, se centraban en la protección de los titulares de los derechos de autor mediante el castigo a aquellos que buscan el lucro, quienes se enriquecen con la venta de contenidos ilegales. La nueva ley impone ahora sanciones tanto a estos como quienes simplemente intercambian u ofrecen música o películas, sin importar que no haya de por medio intercambios monetarios.

La nueva norma ha sido aprobada en el Senado italiano con la abstención de Lista Prodi y la ausencia de los comunistas y los verdes. Ambos partidos han logrado que el Parlamento reconsidere las altas penas que se impondrán, según esta ley, a los infractores que no tengan ánimo de lucro.