Sharon no puede cesar a un ministro porque se ha escondido
La ley israelí obliga a entregar en mano la carta de destitución
El primer ministro israelí, Ariel Sharón, no ha podido rematar hoy otra de sus jugadas maestras, la de destituir a dos ministros para que el Gobierno apruebe el domingo su plan de "desconexión" de los palestinos, porque uno de ellos se ha escondido para evitar oficialmente su cese.
Se trata del ministro de Turismo de Israel, Benny Elón, que está en paradero desconocido, sin que las autoridades israelíes consigan entregarle, por ahora, la carta de destitución.
Y es que la ley israelí establece que la destitución debe notificarse por escrito y a partir de entonces, se cuentan 48 horas para que sea efectiva.
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Fuentes gubernamentales han asegurado que el intento de entregar la misiva de despido a Elón y su búsqueda asemeja a una operación militar.
A últimas horas de la tarde la agencia israelí Itim aseguraba que el ultraderechista Elón se encontraba en el asentamiento judío de Netzarim, en la franja de Gaza.
Pero, fuentes de la oficina de Sharón advirtieron hoy: "no vamos a contratar a detectives para buscar a Elón, porque no le será permitida la entrada para participar o votar en el Consejo de Ministros del domingo".
Lo rocambolesco de la historia reside en la artimaña de Sharón de destituir a dos de sus ministros "rebeldes" para ganar la votación que se celebrará el domingo sobre su "plan de desconexión" de los palestinos y cuya aplicación exige EEUU.
La Oficina del Primer Ministro emitió esta mañana sendas misivas de despido dirigidas al ministro de Transportes, Avigdor Lieberman, y al titular de Turismo, Benny Elon, pertenecientes al partido ultraderechista Unión Nacional. Lieberman recibió la carta, pero Elón se ausentó antes de que llegara el mensajero.
Elón ya había avisado previamente -en declaraciones a la radio israelí- que haría todo lo posible para no ser apartado del cargo e impedir que el plan de Sharón reciba el respaldo del Gobierno. Según Elón, Sharón le llamó por teléfono para informarle de su destitución, pero dijo no estar seguro de que la voz fuera la del primer ministro.
Sharon tenía el apoyo de once ministros y el rechazo de doce, pero tras deshacerse de Lieberman y Elón, puede contar con una estrecha mayoría de un sólo voto.
Por mucha que se esconda Elón, Sharón verá que su plan gana por once contra diez y en todo caso, si le dejara votar, el empate le obligaría a convocar un nuevo Consejo de Ministros.
"Necesito una mayoría el domingo y cuando me enteré de que este trío (los ministros de Finanzas, Benjamín Netanyahu; de Exteriores, Silvan Shalóm; y de Educación, Limor Livnat) iba a votar contra mí, cite a los ministros de la Unión Nacional para mañana con el fin de echarles", dijo anoche sin recato Sharón, en unas declaraciones al diario israelí "Haaretz".
Sharón pergeñó la jugada ante el fracaso de convencer al llamado "triunvirato" para que apoye un plan que prevé la retirada de Israel de la franja de Gaza y el desmantelamiento de 21 asentamientos en ese territorio ocupado, además de otros cuatro en Cisjordania.
El plan, que Sharon se negó a negociar con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y que cuenta con el respaldo de la mayoría de los israelíes -según un sondeo dado a conocer esta semana- prevé la evacuación de todo el territorio ocupado de Gaza en los próximos 18 meses.
No obstante, cada una de las cuatro fases que componen el plan debe ser aprobada previamente por el Consejo de Ministros, lo que es problemático debido a las fuertes divisiones dentro del Likud, que preside Sharón, a quien le espera una dura lucha ante las fuertes presiones de EEUU, que le insta a cumplir lo pactado.