Los padres del español condenado a muerte en Filipinas, reclaman una nueva oportunidad

El español Paco Larrañaga, de 26 años, lleva siete en el corredor de la muerte de New Bilibid, en Filipinas, acusado de violar y matar a dos hermanas. El próximo 15 de julio, el Fiscal General de Filipinas deberá decidir si acepta el recurso de la familia, y decide revisar el caso. En "Hoy por Hoy" hemos hablado con su padre, Manuel, y su madre, Margot.

El 16 de julio de 1997, dos hermanas filipinas, las Chiong, fueron violadas y asesinadas en un suburbio de la isla de Cebú. Uno de los cuerpos jamás apareció y el otro fue encontrado en el fondo de un barranco, donde las mafias locales suelen terminar sus trabajos. La policía detuvo entonces a Paco Larrañaga y a otros seis jóvenes acusados del crimen, a pesar de la falta de pruebas. "Mi hijo hacía una vida normal, quería ser cocinero, y estaba muy feliz", asegura el padre.

ACUSADO SIN PRUEBAS

No se practicaron pruebas de ADN, y hay más de 35 testigos y un billete de avión que aseguran que Paco estaba ese día en Manila, a 300 kilómetros del lugar de los hechos. Las pruebas fueron desestimadas por el juez porque los testigos eran amigos. "A Paco tampoco le dejaron declarar, no se han respetado las leyes internacionales en este juicio", señala Margot. El juez justifica esta decisión en que Paco iba a declarar los mismo que sus amigos, compañeros suyos en la Escuela de Artes Culinarias donde estudiaba para convertirse en Chef.

"Yo no creía que la justicia filipina era así, hasta que nos ha tocado a nosotros", dice Manuel. La familia de Paco lleva 38 años viviendo en Filipinas. Hasta allí se trasladó su padre con la intención de inaugurar un frontón de pelota vasca, y allí conoció a la que hoy en día es su mujer, la nieta del histórico presidente de Filipinas, Sergio Osmeña.

El pasado 5 de febrero, 10 de los 13 jueces del Tribunal Supremo firmaron su sentencia de muerte. Desde entonces, Paco Larrañaga se encuentra en el corredor de la muerte de la prisión de News Bilibid, un inmenso complejo de barracones y celdas que alberga a 16.000 reclusos en condiciones infrahumanas. "Son celdas pequeñas, de 4x6 metros, pero lo bueno es que a los padres nos dejan entrar a visitarles", explica Margot. La familia de Larrañaga, ha presentado un recurso contra la sentencia de muerte, y se encuentra a la espera de que el próximo 15 de julio el Fiscal General de Filipinas les concede un nuevo juicio.