Aprobado por unanimidad el informe de gestión de Zapatero
Las presencias regionales en la Ejecutiva provoca los recelos de algunos barones
El informe de gestión del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, fue aprobado hoy por unanimidad de los 972 delegados que participan en el XXXVI Congreso Federal Socialista. La inclusión del primer secretario del PSC, José Montilla, en la Ejecutiva federal del PSOE ha generado un intenso debate entre las federaciones territoriales que creen que ello "abriría el melón" para que los máximos líderes regionales entraran a formar parte de la dirección. El recelo de algunos barones se ha manifestado simbólicamente durante el debate de gestión, celebrada a puerta cerrada.
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Fuentes socialistas aseguraron que es la primera vez que un informe de gestión del secretario general recibe el respaldo unánime de los delegados del Congreso Federal.
Asimismo el Congreso Federal aprobó también por unanimidad de los delegados la gestión de la Comisión de Ética y Garantías.
Antes de este consenso, se habían producido algunos recelos entre la delegación catalana y algunos barones. Hasta ahora todos los secretarios regionales habían aceptado de buen grado la propuesta de Zapatero de repartir el poder del partido entre la Ejecutiva y el Consejo Territorial. En este último órgano federal figuran todos los barones socialistas (presidentes autonómicos y secretarios regionales), que también habían aceptado que Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de la Junta de Extremadura, formara parte de la Ejecutiva a petición del propio Zapatero.
Sin embargo, el Partido Socialista Catalán (PSC) ha comenzado a presionar y pide que su secretario general, José Montilla, que también es ministro de Industria, Comercio y Turismo, también forme parte de la Ejecutiva, que parece ya confirmada. Ante esta exigencia, los barones regionales han pedido una reflexión general ante la utilidad que tendría, ante esta situación, el Consejo Territorial.
Algunos, como los delegados valencianos y vascos consideran que esta situación supone un agravio. Por ejemplo, Patxi López, en el caso de Euskadi, quedaría debilitado a pocos meses de las elecciones autonómicas, mientras que el secretario regional de los valencianos, Joan Ignasi Pla, se vería perjudicado ante el PP por el excesivo protagonismo de los catalanes.
Muchas federaciones han mostrado su malestar simbólico con el PSC en el debate de gestión a puerta cerrada. En él, Miquel Izeta, portavoz de la delegación catalana recordaba que su grupo había tenido un grupo parlamentario propio en el Congreso, vieja reivindicación de los socialistas catalanes. Mientras estas palabras eran acogidas por los delegados de Cataluña con aplausos, el resto guardaba un significativo silencio, al considerar que era más que desafortunada esa referencia.
Posteriormente, durante las intervenciones de Ibarra y Rafael Simancas, estos han pedido cohesión, unidad interna y solidaridad interterritorial. Sus palabras eran acogidas por todos los delegados con aplausos, a excepción de los catalanes.
