Tres niños australianos sobreviven seis días tras un naufragio
Los padres y el hermano pequeño siguen todavía desaparecidos
Tres niños australianos sobrevivieron durante seis días tras llegar nadando a una pequeña isla del estrecho de Torres, entre la costa norte de Australia y Papúa-Nueva Guinea. La embarcación en la que navegaban con sus padres y su hermano pequeño volcó. Algunas ostras y agua de coco fue lo que les permitió salvar la vida.
Naseli y Dosena con sus hijos Ellis, de quince años, Stephen, de doce, Norita, de diez, y Clarence, de tres, habían dejado su casa en la isla Badu, en Torres Strait Islander, para viajar 60 kilómetros hasta la isla Jueves y asistir a una fiesta de cumpleaños, algo rutinario para la gente que vive en las islas diseminadas de esta región.
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Cuando habían recorrido 25 kilómetros el motor de la embarcación se averió. El padre de los chicos, Naseli, un experimentado marino, lo reparó pero la soga del ancla se había enrollado en el motor y provocó que la embarcación volcase.
En las agitadas aguas, Naseli y su mujer sujetaron a su hijo de tres años, Clarence, que llevaba un chaleco salvavidas, y gritaron al resto que intentasen nadar hasta el grupo de rocas, que estaba más o menos a un kilómetro de distancia. Los tres niños nadaron hasta un lejano grupo de rocas obedeciendo los consejos de sus padres, que desesperadamente mantenían a salvo al pequeño de tres años aferrados al bote volcado, frente a la península de Cabo York.
Mientras los niños nadaban en las aguas azotadas por el viento, observaron cómo sus padres y su hermano pequeño se alejaban a la deriva, con sólo un chaleco para todos ellos. Alcanzaron las rocas. Pasaron tres días bebiendo pequeñas cantidades de agua de mar y comiendo las pocas ostras que pudieron abrir utilizando piedras. Sin agua no podrían sobrevivir mucho tiempo. "Tenemos que nadar o moriremos", dijo Stephen a sus hermanas, Ellis y Noritta. Así, los niños se arrojaron al mar para buscar sustento en otro islote.
"Nadamos todo el día. Empezamos por la mañana y llegamos a la gran isla Matu al mediodía" explicó Stephen. Los niños habían nadado un total de cuatro kilómetros en mar abierto desde el lugar donde había volcado la embarcación. Asustados y empapados, se amontonaron y escudriñaron el mar en busca de sus padres. "Pedimos a Dios que los trajese, pero no vinieron", añadió Stephen. El hambre apremiaba y comenzaron a buscar comida. "Encontré un coco y rompí la cáscara con mis dientes", explicó Stephen según informó el periódico.
Durante los siguientes tres días y noches los niños sobrevivieron con cinco cocos, bebiendo la leche del coco, y unas pocas ostras, hasta que fueron rescatados.
LA BUSQUEDA
Los vecinos de Torres Strait son marinos y los viajes en barco, usuales entre islas, pueden llevar días. La alarma no cundió hasta una semana después cuando vieron que la familia no había vuelto a la isla Badu. El lunes, el tío de los niños, que conocía las mareas y corrientes, localizó a los náufragos en unas horas.
La Autoridad de Seguridad Marítima Australiana dijo el miércoles que había suspendido la búsqueda de los padres de los niños y el hermano menor, pero sus familiares y amigos se negaron a rendirse y dijeron que continuarán buscando en ocho pequeños botes.