La nueva 'selectividad' será única y no entrará en vigor hasta 2006

La ministra de Educación, Mª Jesús San Segundo, ha anunciado hoy que habrá una reforma de la Ley Orgánica de Universidades pero que ésta no será derogada. San Segundo pretende el máximo acuerdo en el proceso de habilitación de los profesores universitarios y las pruebas de acceso de los estudiantes. La nueva 'selectividad' será unica y no entrará en vigor hasta 2006.

En su informe ante el Consejo, máximo órgano consultivo y de coordinación del que forman parte todos los rectores de las universidades españolas, San Segundo ha afirmado que la LOU, aprobada en 2001, debe cambiarse porque "quebró el consenso" de la comunidad universitaria y "no aportó soluciones duraderas".

Las reformas, dijo, se centrarán en "solucionar" algunos de sus aspectos más conflictivos, como la habilitación del profesorado, aunque recalcó que es consciente de que el sistema "no puede verse inmerso, otra vez", en un nuevo proceso constituyente que altere y dificulte su normal desarrollo, por lo que "se llevarán a cabo con el máximo acuerdo de los sectores implicados".

Afirmó que en la selección del profesorado funcionario, la habilitación "se ha revelado costosa e ineficaz", tanto desde el punto de vista de recursos humanos como económico; por ello, en octubre propondrá al Consejo un modelo de acreditación "ágil" que valore el mérito y la competencia de los aspirantes, tras el que las Universidades escogerán mediante concursos a su profesorado entre el colectivo de los acreditados.

Según el Ministerio, una prueba de selección de dos o tres plaza de profesores podía llegar a costar entre 60.000 y 85.000 euros.

En cuanto al acceso de alumnos a la universidad, la propuesta es "restablecer" una única prueba de conocimientos y competencias que, combinada con el historial académico, "incentive la calidad" de la enseñanza secundaria y superior, haga "comparables, transparentes y objetivos" los resultados y permita un modelo de acceso que genere "confianza".

En conferencia de prensa, la ministra ha explicado que esta prueba requerirá también la modificación de la Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza (LOCE) y ha añadido que "no es ni la selectividad ni la prueba general de Bachillerato", por lo que no quiso ponerle un nombre.

Habrá que decidir, dijo, que valor tendrá la prueba y la nota del Bachillerato y apuntó que el resultado de la evaluación no sería una media aritmética, sino que cada materia tendría una ponderación diferente según la especialidad universitaria a la que aspire el estudiante.