La economía española se desaceleró en el segundo trimestre
El PIB creció un 2,6%, dos décimas menos que de enero a marzo, debido a la menor aportación de la demanda exterior
Madrid
El PIB creció el 2,6% en el segundo trimestre, dos décimas menos que en el trimestre anterior, debido a la mayor aportación negativa de la demanda exterior (cerca del 1,3%) y a la estabilización de la demanda nacional, que creció cerca del 3,5%, según el Banco de España.
En su último informe de coyuntura, la entidad financiera considera que el crecimiento de la economía mundial "ha tendido a generalizarse" durante el 2004, y se ha extendido desde Estados Unidos y otras regiones asiáticas a los países europeos e iberoamericanos, aunque el precio del petróleo y las tensiones geopolíticas crean "alguna incertidumbre sobre la continuidad e intensidad de este proceso".
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Respecto a la economía española, señala que no se aprecian variaciones en la evolución de sus principales variables macroeconómicas, que "avanzan con una notable inercia", si bien el Banco de España "vislumbra" los primeros síntomas de algunos cambios que, de confirmarse, "modificarían la composición del crecimiento en los próximos meses".
Preocupación por las economías latinoamericanas
Por otro lado, el Banco de España ha advertido de que las economías latinoamericanas están expuestas a "nuevos episodios de turbulencia" porque las reformas emprendidas en la década de los noventa son "insuficientes" y no existe una verdadera disciplina fiscal. Lo cual, según la entidad bancaria, provoca una "elevada vulnerabilidad económica y financiera" de los países de la zona.
Así, el supervisor español se muestra muy preocupado por los avances en materia fiscal, ya que las reformas tributarias y la reordenación del gasto no han sido suficientes y además los vínculos fiscales entre los gobiernos centrales y las regiones "aún son una fuente de tensión en muchos países". Por ello, señala que a medio plazo "no cabe esperar reducciones drásticas en los niveles de endeudamiento, y el proceso de reducción de la vulnerabilidad financiera será gradual, lo que implica que estas economías seguirán estando potencialmente expuestas a las turbulencias financieras".
