Ex presos de Guantánamo denuncian malos tratos en la prisión

Tres hombres de nacionalidad británica, que estuvieron recluidos en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba), han denunciado haber sufrido malos tratos por parte de los soldados encargados de su custodia, en un informe de 115 páginas dado a conocer hoy por el diario "The Guardian".

Los tres británicos, Shafiq Rasul, Asif Iqbal y Rhuhel Ahmed fueron detenidos en Afganistán y pasaron dos años en Guantánamo, antes de salir en libertad sin cargos el pasado marzo. Los tres denuncian haber sido golpeados en varias ocasiones, inmovilizados con grilletes, obligados a mantenerse despiertos durante horas o en posturas dolorosas durante los interrogatorios.

Uno de ellos, Rhuhel Ahmed, denuncia en el informe que nada más ser detenido en Afganistán fue llevado a una tienda para ser interrogado por un soldado británico acompañado de varios estadounidenses. "Uno de los soldados estadounidenses apuntó a su cabeza con una pistola y le dijo que si se movía le dispararía", relata el documento, que señala además que el oficial británico le presionó para que asegurara que había viajado a Afganistán para participar en una guerra santa. El ministrito británico de Defensa se comprometió anoche a estudiar las acusaciones.

Los tres denunciaron que sus interrogadores, pertenecientes a todo un abanico de agencias estadounidenses, entre ellas la CIA, les acusaron de estar presentes en un video grabado en 2000 junto al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y Mohamed Atta, jefe del comando que perpetró los atentados del 11 de septiembre. Aseguran asimismo que el sufrimiento por el que estaban pasando y los malos tratos les obligaron a afirmar que aparecían en cinta de grabación.

Además, acusan a soldados británicos de complicidad, desafiando así una declaración de un alto responsable del Ministerio de Exteriores, Chris Mullin, que afirmó en la Cámara de los Comunes que ningún británico había denunciado malos tratos en Guantánamo.

En la base estadounidense en Cuba siguen retenidos cuatro británicos, después de que cinco salieran en libertad en marzo. Los tres que han puesto por escrito sus denuncias aseguran que los guardias les informaron de que otro británico aún detenido, Moazzam Begg, estuvo en régimen de aislamiento y se encuentra "muy mal", y otro más, Jamil el Banna, está tan traumatizado que "mentalmente, básicamente, está acabado".