Barceló recrea el episodio de los panes y los peces en la Seo de Palma
Esta obra será presentada oficialmente el próximo lunes
El artista mallorquín Miquel Barceló ha elaborado un mural de cerámica, en el que recrea la parábola de la multiplicación de los panes y los peces, que recubre las paredes de la capilla de San Pedro de la Catedral de Palma. El arte contemporáneo se funde, así, con el gótico de un templo construido entre los siglos XIII y XVI.
La Catedral abrió ayer sus puertas a los medios gráficos para que pudieran tomar imágenes de la obra monumental de Barceló, que será presentada oficialmente el próximo lunes en rueda de prensa. La escultura del Cristo, que la Iglesia censuró a siete días de su presentación pública, aparece con el perímetro genital ya suavizado como exigió el Cabildo.
El artista, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2003, ha invertido más de dos años de trabajo en este mural de cerámica, en el que predominan la arcilla y el cristal.
La cerámica recubre, como una segunda piel de terracota, una superficie de cerca de 300 metros cuadrados en las paredes de la capilla, situada en el ábside lateral de la Catedral. Cinco vitrales de 12 metros de altura lo iluminarán con las diversas tonalidades que ofrecen los rayos del sol a lo largo del día y en las diferentes estaciones del año.
EN EL MAR Y EL HUERTO
La obra, de gran complejidad técnica, recrea el fondo imaginario del mar y la superficie de un huerto mediante 2.000 fragmentos modelados por el artista.
"Este es mi mundo, mi tierra y mi mar, me lo conozco de siempre. Todos los peces y frutos me los sé de memoria, forman parte de mi paisaje cultural desde niño", proclamó Barceló en una reciente entrevista.
La instalación de la cerámica comenzó el pasado diciembre con la llegada de las primeras piezas de la obra concebida por Barceló procedentes del taller del ceramista Vinzenzo Santoriello, en Vietri sul Mare, localidad próxima a Nápoles (Italia) en donde el artista mallorquín la modeló.
El inicio de esta fase se retrasó debido al descubrimiento de unas pinturas góticas del siglo XIV durante los trabajos de limpieza y la preparación de la citada capilla para recibir su nuevo revestimiento.
La remodelación de la capilla es fruto de un acuerdo firmado el 29 de agosto de 2002 entre Miquel Barceló y el entonces obispo de Mallorca, el difunto Teodoro Ubeda, que ha supuesto la entrada del arte contemporáneo en el emblemático edificio palmesano, construido entre los siglos XIII y XVI.
Barceló también se comprometió con la Diócesis mallorquina a diseñar el ajuar y la decoración litúrgica para el altar, el sagrario, el ambón, sillería y candelabros, así como cinco vitrales en ventanales cegados, para los cuales no se dispone aún de financiación.




