EEUU ganó a Angola (89-53)
Los Estados Unidos pasaron por encima de Angola, derrotada en todos sus compromisos olímpicos, en una suerte de calentamiento previo a los cuartos de final que recordó los marcadores del verdadero 'Dream Team', aunque no el juego de aquel equipo irrepetible.
La capacidad de los estadounidenses para jugar al baloncesto continúa bajo sospecha. Su fortaleza física desde luego que no. A ella han confiado la obtención de una medalla, a transformarla en una defensa de corte atlético que les libre de las enormes carencias de orden técnico-táctico que ya les han costado dos derrotas en los Juegos (Puerto Rico y Lituania).
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Angola es el equipo menos dotado de la competición desde el punto de vista de la complexión corporal. Además, con mucha diferencia. Su hombre más alto es Abdel Moussa, que mide 2,02 metros. Nueve de los doce jugadores de la selección norteamericana igualan o superan los seis pies y siete pulgadas (dos metros).
Si a la diferencia de altura se añade la de músculo, el 30-14 del minuto trece, una losa que cualquier equipo ante cualquier rival y en cualquier competición de cualquier categoría a duras penas levantaría, surge el carácter preparatorio que los norteamericanos imprimieron al encuentro.
Los profesionales ya saben, porque lo han vivido en sus propias carnes, que no son invencibles, que hay equipos perfectamente capaces, no sólo de hacerles frente, sino de ganarles. Angola aún pertenece a otra clase de selecciones.
Los africanos utilizan una serie de recursos tácticos muy inteligentes para suplir su falta de altura. Depositan casi todos ellos en el tiro exterior y unos esquemas ofensivos con circulaciones de balón muy rápidas y, a veces, algo enrevesadas, pero es la única forma que tienen de abrir defensas.
A las selecciones europeas, que también les aventajan en potencia muscular, incluso a algunas americanas como Puerto Rico les pueden dar un susto -algo que ya ha sucedido varias veces antes- pero la brecha física con los americanos es demasiado pronunciada para que sus soluciones de pizarra funcionan.
Los Estados Unidos aplastaron al cuadro africano. Eso no quita para que el baloncesto angoleña fuese más rico en el orden colectivo, igual que el del resto de los equipos a los que se han enfrentado hasta ahora los hombres de Larry Brown en Atenas.
El aplastamiento obedeció al abismo entre la fuerza, la
explosividad, la velocidad y el peso existente entre los jugadores norteamericanos y los angoleños. Igual que el 'Dream Team', pero el 'Dream Team' bueno divertía aunque ganase por cien. Este no. Este tampoco sabe hacer eso.