Sanidad ofrece a la población 608.500 dosis de vacunas contra la gripe

La Consejería de Sanidad inaugura el día 4 de octubre la campaña de vacunación antigripal con 608.500 dosis, 58.680 más que el pasado año, con el objetivo de prevenir complicaciones en grupos de riesgo, y la previsión de una cobertura del 76 por ciento en esta población, mayores de 65 años, niños y adultos enfermos crónicos y embarazadas.

El objetivo es disminuir la enfermedad, hospitalización y muerte por gripe en la población de Castilla y León, manifestó el director general de Salud Pública de la Junta, José María Arribas, durante la presentación de la campaña, que es voluntaria y gratuita, y su coste para la Administración asciende a 2.672.000 euros.

La recomendación, no obstante, se centra en mayores de 65 años, que junto a la vacuna antigripal recibirán la antineumocócica (neumonía), que no hayan sido vacunados y los que cumplen este año los 65 años, unos 25.000.

Junto a niños y adultos con enfermedades crónicas y embarazadas, durante el el segundo o tercer trimestre de la temporada de gripe, se recomienda la vacuna a personas que pueden transmitir el virus por su trabajo en centros de salud, centros asistenciales, voluntarios.

Arribas trasladó un mensaje de tranquilidad porque no existe "ningún motivo de alarma" y se espera que la evolución de la gripe sea como el año anterior, que en Castilla y León registró una tasa global inferior al 2 por ciento, con un inicio temprano del virus, en la semana del 16 al 22 de noviembre.

Por otro lado, Arribas manifestó que la vacuna, que se puede recibir a través de los médicos de cabecera de los centros de salud, centros geriátricos para los mayores de 65 años, personas ingresadas en hospitales durante la campaña y centros de trabajo para personal sanitario, es segura y no provoca la enfermedad.

La campaña contra la neumonía se implantó en 2001 y, en estos tres años, se ha vacunado a mayores de 75 años y entre 65 y 74 años, por lo que este año, junto a la gripal, están los mayores que han ingresado en geriátricos no vacunados antes y los que cumplen los 65 años.