Europol ya avisaba del riesgo de un ataque islamista en febrero
Sus informes concluyen que los terroristas de Madrid tuvieron "estrechos contactos" con miembros de alto nivel de Al Qaeda
Madrid
Los informes de Europol sobre amenazas terroristas presentados esta tarde ante la comisión del 11-M venían avisando de un riesgo de ataque islamista sobre acontecimientos y transportes entre finales de enero y principios de febrero, poco más de un mes antes de que se produjeron los atentados del 11 de marzo. Su conclusión es que los terroristas de Madrid tuvieron "estrechos contactos" con miembros de alto nivel de Al Qaeda.
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Según indicaron asistentes a la reunión secreta de la comisión, en la sexta edición del informe de Europol sobre valoración de la amenaza del terrorismo islámico, fechada el 29 de enero de 2004, se hablaba de que existía una amenaza clara sobre acontecimientos y transportes desde octubre de 2003, que fue cuando España apareció citada por primera vez en un vídeo de Osama Bin Laden como objetivo de Al Qaeda, junto con otros países europeos con presencia en Irak, como Italia, Reino Unido y Polonia.
Europol, que identificaba el atentado de Casablanca como un ataque directo contra España y no sólo contra un restaurante, situaba la máxima amenaza en los primeros días de febrero de 2004, y la actualización de esa sexta edición del informe de Europol, ya con fecha de 16 de marzo, días después de los atentados, indicaba que se había cumplido lo avisado en el boletín anterior.
Asimismo, en una nueva edición de 16 de julio del presente año, recogiendo informes de las investigaciones policiales, se señala que los terroristas que atentaron en España en marzo responden a un perfil de red "con estrecho contacto" con miembros de alto nivel en Al Qaeda, aunque sus miembros parecían haber sido captados localmente.
FINES POLÍTICOS Y ATAQUES SUICIDAS
Europol consideraba "claro" que la célula había planeado "otros ataques que implicaban también el uso de suicidas", pues de hecho "en las ruinas de la casa de Leganés -donde se inmolaron siete terroristas- los investigadores encontraron un cinturón suicida cargado de explosivos que no había explotado".
Se afirma también que se trata de una célula terrorista que busca objetivos simbólicos y fáciles, que trata de influir en la vida política y que se autofinancia mediante la comisión de delitos.
Precisamente, un informe de Europol remitido a la comisión el pasado 28 de septiembre y fechado el 26 de marzo de 2004 ya hablaba de que los atentados del 11 de marzo fueron una operación "de bajo coste" que se podría haber financiado "localmente", sin necesidad de aportaciones desde el extranjero.