Continúa la búsqueda de la etarra fugada tras el tiroteo en suroeste francés
Su compañera detenida podría ser una integrante del "comando Vizcaya"
La Gendarmería francesa continúa hoy, por tierra y desde helicópteros, la búsqueda de la presunta etarra que consiguió huir ayer tras un tiroteo con agentes en el suroeste de Francia. Mientras, se espera la confirmación de la identidad de su compañera, que sí puso ser detenida.
Aunque se espera la confirmación oficial, los documentos en poder de la apresada la identifican como María Teresa Juarro, de unos 30 años, que en estos momentos está siendo interrogada por miembros de la Policía Judicial, la Gendarmería y la División Nacional Antiterrorista (DNAT).
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La policía está a la espera del resultado del cotejo de sus huellas digitales, que han sido enviadas a España, para confirmar que se trata de la supuesta ex integrante del "comando Vizcaya".
Mientras, los agentes siguen peinando la zona rural en torno a Bernac-Dessus (cerca de Tarbes), donde las dos supuestas etarras, que viajaban en un Peugeot 307, eludieron ayer por la tarde un control de la Gendarmería de Lourdes.
Durante la persecución en coche, una de las dos mujeres -se cree que era la pasajera, ya que no se ha hallado una pistola en poder de la conductora- disparó por la ventanilla contra los agentes, que respondieron, sin que hubiera heridos en el tiroteo.
Finalmente el vehículo de las presuntas etarras, que fue robado en las Landas y llevaba matrícula falsa, cayó en la cuneta y, después de una nueva persecución a pie por un sendero forestal, la conductora fue apresada.
Su compañera, en cambio, huyó por el campo. De inmediato se acordonó la zona y se activó el plan "Epervier" para tratar de localizarla. La División Nacional Antiterrorista (DNAT) y la policía judicial de Burdeos están a cargo de la investigación.
Es la primera vez en casi tres años que un etarra protagoniza un tiroteo con las fuerzas del orden en Francia. En 2001, hubo tres incidentes de este tipo, en uno de los cuales un gendarme sufrió heridas sumamente graves que le dejaron al borde de la muerte.
Ese tiroteo fue atribuido al presunto ex jefe de los comandos de ETA Ibon Fernández de Iradi, "Susper", quien había instalado el cuartel general del aparato militar de la banda en Tarbes y fue detenido en diciembre de 2002. Dos días después "Susper" se fugó por el conducto de ventilación de su celda en la comisaría de Bayona, y un año después, fue capturado en Mont-de-Marsan (las Landas).