Zapatero cree que Maragall no llevará a los tribunales la versión valenciana de la euroconstitución

El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, está convencido de que el presidente catalán, Pasqual Maragall, reflexionará sobre su anuncio de recurrir la presentación en Bruselas de dos traducciones idénticas de la Constitución europea realizadas por Cataluña y la Comunidad Valenciana. Maragall dice hoy que recurrirá a "todo tipo mediaciones".

Rodríguez Zapatero hizo esta consideración en la conferencia de prensa que ofreció en Bruselas al término del Consejo Europeo y en la que subrayó que "las lenguas han de servir para entenderse y no para fomentar ningún tipo de enfrentamiento".

El jefe del Ejecutivo justificó la presentación de los cuatro textos (presentados por las Comunidades Valenciana, de Cataluña, País Vasco y Galicia) con tres traducciones (son iguales las dos primeras "de la primera a la última palabra", según él) remitiéndose a lo fijado en la Constitución española y en los Estatutos de autonomía.

La entrega de los ejemplares al Consejo de la Unión en las distintas lenguas era un compromiso del Gobierno. La razón que ha motivado la presencia de los textos en catalán y valenciano surge cuando las distintas Academias remiten a Moncloa sus traduciones. El texto valenciano es conocido por la Generalitat, que lo asume como propio al entender que no existen diferencias entre el catalán y el valenciano, este último englobado en el primero.

REFLEXIÓN Y SERENIDAD

Preguntado Rodríguez Zapatero por el anuncio de Maragall de que llevará a los tribunales la presentación de dos textos idénticos, el presidente del Gobierno dijo respetar todas las opiniones y consideró que, algunas de ellas, "serán sometidas a reflexión".

De idéntica forma se expresaba la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega a la conclusión del Consejo de Ministros, donde expresó su deseo de que la polémica se resuelva "desde la reflexión y serenidad, más que desde la pasión".

MARAGALL: MEDIACIONES EN LUGAR DE ACCIONES EXTREMAS

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, intenta rebajar la tensión. Maragall afirmó ayer que "haría valer" ante las instancias judiciales el "despropósito" de que el Gobierno cediese a las "presiones" de la Comunidad Valenciana "en contra" de la unidad del catalán. Pero hoy ha señalado que si en este tema "hubiese problemas, yo antes que recurrir a acciones muy extremas, que quizá serían malentendidas o quizá no estuvieron bien expresadas, recurriría a todo tipo de mediaciones".

Por su parte, el conseller en cap, Josep Bargalló, considera que el Gobierno hizo "el ridículo más glorioso que las armadas españolas han hecho desde tiempos históricos".

Bargalló ha sido muy duro con la actitud del presidente. "Se trató de una pérdida de tiempo, un despropósito, una falta de aplicación del nuevo talante que se nos había prometido, la demostración que la cobardía política está más en el orden del día que la verdad y la razón".

Quien sí se ha mostrado muy molesto por la iniciativa de Maragall ha sido el presidente de la comunidad Valenciana, el 'popular' Francisco Camps, que ha señalado que la actitud del president "supone una injerencia innecesaria de una comunidad en los asuntos de otra, que nos lleva a los momentos que todos creíamos olvidados".

Además, la medida molesta "en lo personal y en lo político" a Camps, y según él "molesta política y personalmente a todos los valencianos".