Zapatero pide al PP que abandone el 'fundamentalismo' al hablar de España

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recomendó hoy al PP que abandone el "fundamentalismo" político y deje de utilizar de forma "partidista" conceptos como "España, nación o naciones". Ante la polémica del 'catalán vs valenciano', el jefe del Ejecutivo ha hecho uso del humor, y ha dado la bienvenida "a la muy noble tarea de la pancarta" del PP.

En la primera intervención de un jefe del Ejecutivo ante la Cámara Alta para contestar preguntas de los senadores, Zapatero respondió al portavoz del grupo popular, Pío García Escudero, quien le reprochó que haya manifestado que no existen diferencias entre nación y nacionalidad, cuando él, como presidente del Gobierno "es el menos indicado para especular con el término nación".

Rodríguez Zapatero le explicó que siempre le han asustado las "razones indubitadas que rezuman fundamentalismo" y le recordó que el concepto de nación es uno de los más discutidos en ciencia política, si bien dejó claro que el marco de convivencia definido por los españoles es la Constitución, que "expresa la unidad del Estado" y reconoce el "derecho incuestionable" a la autonomía de "pueblos, entidades y nacionalidades".

Otro de los temas que han centrado este primer control al Gobierno en la Cámara Alta ha sido la polémica del reconocimiento de lenguas cooficiales en Europa, y en especial, la polémica entre el valenciano y el catalán. Los senadores de CIU y ERC han comenzado su intervención en catalán, hecho que ha sido saludado con un "bon dia" por el presidente.

Zapatero también se ha encontrado en los pasillos del Senado con varias pancartas de senadores del PP reivindicando el uso del valenciano como lengua en Europa, que ha sido recogida con humor por el presidente, que les ha dado la bienvenida a la "muy noble tarea de la pancarta".

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A parte de este gesto irónico, la polémica ha sido utilizada por el senador 'popular' José María Chiquillo para acusar al Gobierno de estar "acostumbrado a los chantajes del señor Carod-Rovira, que primero ha pedido a Zapatero el dedo, luego la mano, y algún día le pedirá la cabeza".