Una explosión obliga a dejar sin agua gran parte del casco histórico de Cuenca
En la deflagración murió un hombre de 70 años
La mayor parte del casco histórico de Cuenca está sin agua desde esta madrugada, debido a que la explosión de gas que destruyó una vivienda y en la que falleció un hombre de 70 años reventó una tubería, y se ha cortado el suministro para que el agua, que se estaba helando, no impidiera trabajar a los vehículos de emergencia.
La explosión también mantiene sin teléfono el barrio del Castillo, donde estaba el inmueble de dos plantas en el que se registró la explosión, y también provocó un corte en el suministro eléctrico en esta zona de la ciudad, aunque ya se ha restablecido.
En la parte superior de este barrio del casco histórico conquense, en el que habitan unas 150 personas y que está situado en la parte más alta del centro de la ciudad, por encima del Arco de Bezudo y de la muralla, se encuentran los depósitos de los que se abastece la mayor parte del casco histórico de Cuenca, que está declarado Patrimonio de la Humanidad.
Según explicó a los medios de comunicación el concejal de Bomberos, Javier Priego, la decisión de cortar el agua se adoptó porque la explosión reventó la cometida de agua de la casa y la que se salía de la tubería se estaba helando, lo que ponía en peligro la seguridad de los vehículos de los servicios de emergencia que acudían al lugar, donde bomberos y equipos de obras y de electricidad han trabajado esta noche a cuatro grados bajo cero.
Vecinos de la zona relataron que sobre las 3:15 horas oyeron "como un trueno" y, cuando salieron a ver qué pasaba, sólo vieron una enorme nube de polvo, que, cuando se disipó, dejó ver que la casa había quedado totalmente destruida.
