Copa del Rey / Los suplentes del Madrid no pasan del 0-0 ante el Valladolid en la ida de los 1/8 de final
Real Valladolid y Real Madrid empataron en Zorrilla un partido muy táctico y de pocas oportunidades, en el que los locales tuvieron las mejores opciones, pero la ausencia de goles deja la eliminatoria en el aire y se decidirá el próximo 19 de enero en el Bernabéu.
El brasileño Vanderlei Luxemburgo buscó de salida el pragmatismo y el equilibrio defensivo ante un Valladolid que salió con menos suplentes de los anunciados y que protagonizó en los primeros minutos un par de llegadas peligrosas por medio de Víctor, el jugador de más calidad del equipo vallisoletano.
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El traje de los tres centrales, el mismo con el que ganó la octava Copa de Europa, le puede venir bien al Madrid en determinados partidos, pero esta noche comenzó excesivamente cauteloso y frío ante un rival teóricamente inferior.
Al equipo madridista le faltó profundidad por las bandas, fundamentalmente por la izquierda, donde Raúl Bravo no tiene el recorrido ni la viveza de Roberto Carlos.
El equipo de Sergio Kresic mostró durante los primeros minutos su mejor cara, aunque con el balón en los pies no tuvo la salida rápida que buscaba su entrenador, porque los jugadores de medio centro adolecieron en ocasiones de falta de criterio en el pase.
El Valladolid no se mostró vulnerable en defensa, como acostumbra en los partidos de Zorrilla, aunque concedió un remate franco a Roberto Soldado que el delantero de la cantera madridista pifió en lo que fue la primera y mejor ocasión para el Real Madrid (m. 24).
Ante la escasa tolerancia de la zaga madridista, hoy muy poblada, el equipo de Kresic decidió atacar por las bandas y ahí el partido sufrió una mutación notable. Luxemburgo trató de poner desde el banquillo los remedios adecuados, pero la fragilidad de Raúl Bravo otorgó facilidades y espacios a un Real Valladolid cuya insolencia crecía con el paso de los minutos.
La suma de todas estas circunstancias ofreció un partido equilibrado entre dos equipos más especulativos que, audaces hasta que en la recta final del primer tiempo, el Valladolid gobernó el medio campo, se vio superior y pudo marcar por medio del goleador Aritz Aduriz (minuto 36).
La segunda parte fue más de lo mismo. El Real Madrid, lastrado por las ausencias de sus jugadores de mayor calidad, apeló a las arrancadas del argentino Santiago Solari para hacer daño a un Valladolid que pudo golpear nada más salir del vestuario por mediación de David Sousa.
Luxemburgo sacó a un media punta, Jurado, para sustituir a un ariete nato como Roberto Soldado, quien hoy pasó inadvertido junto a un Michael Owen más participativo, pero que recibió muy pocos balones en condiciones de ser jugados.
El deseo de no perder hizo que el partido se fuera diluyendo, aunque la salida de Xavi Moré le dio al Valladolid un sello fulgurante, una velocidad más en la banda izquierda que sus compañeros no supieron aprovechar.




