Una periodista de la Cadena SER recorre el silencio desolador de Banda Aceh
En Sumatra describen los efectos del tsunami como los de una bomba atómica
El silencio en las zonas arrasadas de Banda Ache impresiona, especialmente por la ausencia de niños. Bunda sobrevivió al maremoto auque muchos de los suyos no han tenido la misma suerte. Trabajaba en el hospital provincial donde todos los pacientes murieron; el agua llegó a la segunda planta. A pesar de todo, no se resigna y nos dice que la vida sigue. Por ello ha decidido colaborar con el Samur como traductora.
El hospital estaba a cinco kilometros de la playa. Ahora el agua está apenas a mil metros.
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Los cooperantes que trabajan ahora en Sumatra describen los efectos del tsunami como los de una bomba atómica, un Hirosima nos decían. El trabajo se está centrando sobre todo en los niños, que en muchos casos han quedado huérfanos.
Las horas posteriores al maremoto debieron ser brutales, pero incluso tres semanas después la estampa es desoladora. Kilómetros y kilómetros donde sólo hay basura, lo que antes eran casas que fueron pulverizadas por la fuerza del agua.
Tantos días después siguen apareciendo cuerpos. Una camioneta recorre los barrios más afectados recogiendo cadáveres; son voluntarios, vecinos que se protegen del terrible olor con mascarillas pero que no pueden evitar romperse psicológicamente, porque miren donde miren solo ven destrucción.
Ellos, como Bunda, tampoco van a resignarse. Dicen que seguirán luchando aunque tengan que partir de cero. Fueron las propias comunidades quienes se hicieron cargo de la situación los primeros dias; ahora, una vez entierren a sus muertos, seguiran luchando por los vivos.
