El PIB creció un 2,6% en 2004 por el repunte del cuarto trimestre
El Banco de España afirma en su boletín económico que la economía española avanza, aunque ligeramente afectada por la mala coyuntura internacional
Madrid
El Producto Interior Bruto creció el 2,6% el año pasado, una décima más que en 2003, y la creación de empleo fue del 2,1%, según el último boletín económico del Banco de España que ha sido difundido hoy, tras un ligero repunte de la actividad, gracias sobre todo a la mejora del turismo y a la reducción del crecimiento de las importaciones.
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La economía española terminó el año en línea con sus tendencias anteriores: notable avance de la demanda interna, fuerte aportación negativa del sector exterior y elevado ritmo de creación de empleo. En el plano exterior, el BE subraya que 2004 se caracterizó por un crecimiento muy elevado, con una tendencia de recuperación en la mayor parte de las áreas económicas, acompañada de un notable impulso del comercio internacional.
El Banco de España indica que, a pesar de esta fortaleza, se ha producido cierta desaceleración a lo largo del año, debido al giro en el tono de la política económica y al encarecimiento del petróleo, y vaticina que en 2005 se mantendrá la expansión mundial "a un ritmo más contenido".
El boletín detecta así un crecimiento de la demanda interna del 4%, frente al 3,2% de 2003, pero desvela también un mayor descenso del sector exterior que se decrece un 1,5%, siete décimas más que el ejercicio anterior.
El empleo mejora al ritmo de la economía
En lo que respecta al mercado laboral, el banco afirma que la recuperación del PIB en el cuarto trimestre vino acompañada de un repunte similar del empleo, y calcula así que en 2004 el incremento fue del 2,1% (frente al 1,7% de 2003), lo que ha provocado un recorte adicional del aumento de la productividad.
El organismo aprecia el hecho de que se hayan moderado los salarios, aunque insiste en que el aumento de la remuneración es aún elevado si se compara con las economías del entorno, y prevé un repunte alcista de los sueldos en 2005, debido al efecto de las cláusulas de salvaguarda, que entrarán en vigor por la subida del petróleo.
Reitera en este sentido que mecanismos como el de esas cláusulas refuerzan la inercia inflacionista de la economía, limitando su capacidad de respuesta ante los choques inesperados que puedan afectarla.