El creador de la oveja Dolly, autorizado a clonar embriones humanos
El objetivo es intentar curar enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson
El científico británico que creó la oveja Dolly podrá clonar también embriones humanos en un polémico intento de curar enfermedades degenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. El profesor Ian Wilmut y su equipo del Kings College, de Londres, que solicitaron permiso el pasado septiembre para llevar a cabo ese experimento, recibieron hoy el oportuno permiso de la Autoridad para la Fertilización y la Embriología Humanas del Gobierno británico.
Más información
Únicamente la clonación con fines terapéuticos es legal en el Reino Unido desde 2001, y esta es la segunda vez en que la autoridad competente da una autorización de este tipo. El pasado agosto, el Gobierno dio luz verde a un equipo de científicos de la Universidad de Newcastle para clonar embriones humanos. Hasta ahora, los científicos han querido crear embriones clonados para ver si pueden crecer y convertirse en tejidos que permitan reparar zonas del cuerpo dañadas, pero el proyecto de Wilmut es distinto.
El científico, del instituto Roslin de Edimburgo, quiere clonar deliberadamente embriones que tienen la enfermedad de las neuronas motrices a partir de pacientes que sufren esa condición. Según Wilmut y su colega, Christopher Shaw, del Departamento de Psiquiatría del Kings College, las células de los embriones pueden utilizarse para ver con todo detalle cómo progresan ese tipo de enfermedades degenerativas. La enfermedad de las neuronas motrices se debe a la muerte de esas células, que controlan los movimientos en el cerebro y en la médula espinal. La debilidad en los músculos de la cara y la garganta causan dificultades a la hora de hablar o de tragar, y más de la mitad de las personas que sufren ese mal mueren aproximadamente catorce meses después de diagnosticárseles.
El profesor Wilmut y su equipo quieren aplicar a los embriones humanos la técnica utilizada para clonar a Dolly: la sustitución nuclear celular. La oveja Dolly, nacida en julio de 1196, primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, murió en febrero de 2003 tras padecer una enfermedad pulmonar progresiva que normalmente se presenta sólo en las ovejas más viejas. Wilmut ha dejado bien claro repetidamente que su equipo no tiene la intención de clonar bebés y ha asegurado que los embriones serán destruidos una vez terminado el experimento.
Según Roger Pederson, profesor de medicina regenerativa de la Universidad de Cambridge, citado hoy por la BBC, quienes se oponen a ese tipo de experimentos por razones morales pueden estar tranquilos. La tecnología no se aplicará para clonar a ningún ser humano ya que hay leyes muy estrictas en el Reino Unido que prohíben trasplantar un embrión de ese tipo al útero de una mujer. Sin embargo, algunos críticos como Donald Bruce, de la Iglesia de Escocia, señalan que es imposible descartar esa posibilidad a menos que se dictase una prohibición mundial contra la clonación porque la ciencia no conoce fronteras.