Economía y negocios | Actualidad

La reforma del Pacto de Estabilidad cumple sus últimos pasos

Alemania e Italia intentan evitar que la Comisión pueda iniciar de oficio los procedimientos sancionadores por incumplimiento del pacto

Madrid

Mientras se inicia lentamente el proceso de aprobación, Estado por Estado, de la Constitución Europea que se jacta de dar forma a una nueva Unión, estos meses en Bruselas se ha vivido un capítulo quizá tan importante para la construcción europea como el de la carta magna: la reforma de la Unión Económica y Monetaria. Un capítulo que recorre hoy y mañana sus últimas líneas en Bruselas.

Más información

Representada en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, esta unión es la punta de lanza de un proceso de integración europea que, aunque nunca ha sido completamente económico, ha estado siempre gobernado por la creación de una zona de estabilidad mercantil que permita la paz y el desarrollo democrático través del intercambio fluido y libre de bienes y servicios.

Esa es precisamente la importancia del acto que desde hoy y hasta mañana se puede ver en Bruselas, la reunión mensual de los ministros de finanzas de la zona euro que se afana por consensuar la reforma del Pacto de Estabilidad: establecer un marco creíble en el que todas las administraciones estatales jueguen en iguales condiciones. Que nadie pueda sacar provecho de saltarse las rígidas reglas presupuestarias mientras los demás las cumplen.

El objetivo es acercarse lo más posible a un acuerdo que, aunque la presidencia luxemburguesa da a entender que será difícil que quede cerrado del todo, servirá de base para que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del 22 y 23 de marzo lo remate y rubrique. En caso de que no se cierre el acuerdo mañana, la presidencia no descarta convocar una reunión extraordinaria del Ecofin antes de esa cumbre, pero lo más probable sigue siendo que la decisión final quede en manos de los líderes europeos.

Consagrado el principio que marca en el 3% el límite entre el déficit asumible y el excesivo, el principal obstáculo pasa ahora por determinar aspectos más concretos del procedimiento que haga efectivo ese límite, y convierta en sancionados a sus infractores.

Alemania e Italia, contra el procedimiento 'de oficio'

En específico, los Estados miembros intentan ponerse de acuerdo en cuándo debe lanzarse un procedimiento por déficit excesivo contra los incumplidores. Alemania e Italia, países que vienen saltando por encima de la línea de los tres puntos porcentuales, se oponen a que éste se inicie automáticamente por la Comisión.

El representante alemán argumenta que este mecanismo es excesivamente simple, y pide que se tengan en cuenta además otros factores, como la evolución de la economía o la contribución que realiza cada país -Alemania es el primer pagador- al presupuesto de la Unión. El gobierno Italiano pide por su parte más flexibilidad y afirma que el procedimiento de oficio es un paso más hacia un ya excesivo intervensionismo del ejecutivo comunitario.

Otro asunto conflictivo es el de determinar qué partidas de gasto público hay que tener en cuenta a la hora de calcular el déficit, y cuál es el peso relativo que se les da. No hay, de momento, acuerdo sobre esas partidas ni sobre su formato.

En lo que casi todos están de acuerdo en el Ecofin es en suavizar la tramitación de los procedimientos sancionadores, dando a los Estados miembros todas las oportunidades posibles, de manera que dispongan de más tiempo para ejecutar los ajustes necesarios antes de llegar a las sanciones. Otra de las medidas para relativizar el límite implica que no se sancionará a aquellos países que pese a rebasar el 3% hayan registrado un crecimiento negativo en el ejercicio.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00