Las tabaqueras italianas, condenadas a pagar 200.000 euros a la familia de un fumador muerto
El juez considera que las compañías no informaron convenientemente del riesgo del tabaco
Las tabaqueras italianas han recibido hoy su segundo gran revés en los últimos dos meses. Tras la entrada en vigor el pasado 11 de enero de la prohibición de fumar en locales cerrados hoy los tribunales del país transalpino han condenado por primera vez a la industria a indemnizar a la familia de un hombre que falleció a causa del tabaco. Las empresas ya han anunciado que recurrirán la histórica sentencia ante el Supremo.
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La historia comenzó en 1991 con la muerte de Mario Staltieri, fumador empedernido, a causa de un tumor causado por el tabaco. Tres años después, su familia abrió la batalla legal denunciando al Ente Tabaquero Italiano (ETI), entonces público y ahora privatizado, alegando que no había advertido del riesgo de dicha actividad.
La primera resolución llegó en 1997 y fue negativa para los allegados del muerto. Un juzgado romano rechazó en primera instancia la demanda por considerar que la causa de la muerte se debió a una elección voluntaria de fumar por parte del fallecido. Pero la viuda, Paola Giacalone, y su hijo Marcello no se amilanaron y decidieron recurrir.
Actividad peligrosa para la salud humana
Hoy, más de once años después de la muerte de Staltieri el tribunal de apelación ha establecido que la producción y comercialización de cigarrillos es una actividad peligrosa para la salud humana, por lo que la empresa ha de adoptar todas las medidas adecuadas con objeto de evitar daños a los consumidores.
Para Giulio Ponzanelli, representante de los recurrentes, se ha hecho al fin justicia. "Si el Estado italiano, titular de una industria tabaquera, estuvo en el pasado más atento a los ingresos que a la salud pública, ahora se le exige una vigilancia más rigurosa sobre los productos dañinos", ha afirmado. Las tabaqueras no están de acuerdo con esta afirmación y recurrirán la sentencia ante el Supremo.