El caso de Terri Schiavo, paso a paso
El caso de Terri Schiavo ha atraido la atención de los medios de todo el mundo en su fase final. Sin embargo, el calvario de esta mujer y su familia se iniciaba mucho antes. En 1990, cuando contaba 26 años, Terri sufrió un paro cardiaco provocado por una estricta dieta de adelgazamiento que le dañó el cerebro de forma irreversible.
Dos años más tarde, el marido de Terri, Michael Schiavo, gana un juicio por negligencia médica, y obtiene una indemnización de 700.000 dólares para el tratamiento de Terri y otros 300.000 dólares adicionales para él.
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En 1993, los padres de Terri, Bob y Mary Schindler, piden a un tribunal estatal de Florida que Michael deje de tener la custodia legal de la mujer. El caso fue desestimado.
Ocho años después de que Terri Schiavo entrara en coma, su marido pidió a un tribunal estatal de la Florida que ordenar desconectar a Terri de las sondas que la mantenían con vida. En 2000, el juez de Florida George Greer permite desconectar el tubo que mantenía a Terri con vida. En abril de 2001, el Tribunal Supremo de EEUU decide no intervenir en el caso y se desconecta el tubo.
Tres días más tarde de esta decisión, Frank Quesada, juez de Florida, pide que se le vuelva a insertar el catéter por el que la mujer es alimentada. En febrero de 2002, Michael Schiavo vuelve a pedir que se desconecte el tubo y a finales de ese año se inicia una larga sucesión de decisiones de los tribunales a favor de desconectar el tubo, lo que se lleva a efecto, por segunda vez, en octubre de 2003.
Intervienen los hermanos Bush
Los legisladores de Florida aprueban una ley que da al gobernador, Jeb Bush, el derecho a intervenir en el caso. El gobernador firma la llamada "Ley Terri" y ordena que se conecte de nuevo el tubo de alimentación.
En 2004, el Tribunal Supremo de Florida decide que la "Ley Terri" es inconstitucional por violar la separación entre los poderes Legislativo y Ejecutivo. También sostiene que la ley ignora años de litigios y la decisión del juez Greer de que Terri no querría seguir viviendo en el estado en que se encuentra.
El 24 de enero último, el Tribunal Supremo de EEUU se niega a revisar la decisión del Supremo de Florida. El 25 de febrero el juez Greer da permiso para que se desconecte el tubo de Terri, lo que se lleva a cabo de nuevo el 18 de marzo. Dos días más tarde, el Congreso aprueba una ley in extremis que permite a los padres de Terri pedir a un tribunal federal que revise el caso. El presidente George W. Bush firma la ley.
La última batalla judicial acababa con una nueva desconexión del tubo que alimentaba a Terri Schiavo, la definitiva, el pasado día 18.